Reforma
2017-12-05
Washington– El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy a líderes árabes e israelíes que planea reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, un cambio simbólico que rompe con décadas de política estadounidense y alterará los esfuerzos para promover la paz entre Israel y los palestinos.
Se espera que el mandatario anuncie su decisión mañana, dos días después de la expiración de un plazo para decidir si mantendrá la embajada de los Estados Unidos en Tel Aviv.
Funcionarios palestinos dijeron que Trump le dijo al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que Estados Unidos trasladaría la Embajada a Jerusalén. Jordan dijo que el mandatario estadounidense dio un mensaje similar al Rey Abdullah II.
Los funcionarios estadounidenses, sin embargo, dijeron que tal movimiento no podría ocurrir inmediatamente por razones logísticas, dada la falta de instalaciones para albergar al personal de la Embajada.
Como resultado, se espera que Trump firme una exención de seguridad nacional que autorizaría a la administración a mantenerla en Tel Aviv por seis meses adicionales.
Aun así, la decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como la capital y de poner en marcha una acción de la embajada es su incursión más arriesgada en la diplomacia del Medio Oriente.
Los líderes árabes y europeos advierten que podría descarrilar cualquier iniciativa de paz e incluso encender nueva violencia en la región.
El rey Abdullah II advirtió contra la medida, haciendo hincapié en que Jerusalén es la clave para lograr la paz y la estabilidad en la región y el mundo, según un comunicado del Palacio Real en Ammán.
“Abdullah hizo hincapié en que la adopción de esta resolución tendrá graves implicaciones para la seguridad y la estabilidad en Medio Oriente y socavará los esfuerzos de la administración estadounidense para reanudar el proceso de paz y alimentar los sentimientos de musulmanes y cristianos”, dijo el comunicado.
Pocos detalles de la conversación entre Trump y Abbas fueron liberados, pero un portavoz dijo que la llamada había concretado los peores temores de los palestinos: que Estados Unidos rompería con décadas de práctica y un consenso internacional al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
“El presidente Mahmoud Abbas recibió una llamada telefónica del presidente estadounidense Donald Trump, en la que le notificó al presidente (Abbas) su intención de trasladar la embajada estadounidense desde Tel Aviv hacia Jerusalén”, dijo el portavoz Nabil Abu Rdainah en un comunicado.
“El presidente Abbas le advirtió de las consecuencias peligrosas que esta decisión tendría en el proceso de paz y en la paz, seguridad y estabilidad de la región y del mundo”, agregó el portavoz.
Los palestinos esperan convertir a Jerusalén este en la capital de un estado palestino, y la ciudad tiene una gran importancia religiosa para judíos, cristianos y musulmanes.
Al mover la Embajada, Trump rompería con el consenso internacional de que el estatus de Jerusalén sigue sin resolverse.
Aunque Israel alberga su parlamento, Presidente, Primer Ministro y la mayoría de los ministerios en Jerusalén, y los israelíes quieren que el mundo reconozca a la Ciudad Santa como su sede de Gobierno, la comunidad internacional reconoce de hecho la soberanía israelí sólo en Jerusalén Occidental.
Jerusalén oriental fue capturada por las fuerzas israelíes durante la guerra árabe-israelí de 1967.
El estatus permanente de Jerusalén en su conjunto, este y oeste, fue pospuesto bajo los Acuerdos de Oslo, aunque Israel extendió las fronteras municipales de Jerusalén para abarcar los barrios orientales predominantemente árabes. (Mark Landler y David M. Halbfinger / The New York Times News Service. Traducción por Reforma)