Internacional

Entre protestas se integra Lula a Gobierno brasileño

Associated Press/AFP

2016-03-16

Río de Janeiro— La presidenta de Brasil Dilma Rousseff designó ayer a su predecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva, como su jefe de Gabinete, una medida que sus partidarios dicen que va a ayudar a la mandataria a luchar contra un juicio político en el Congreso, y que sus detractores ven como un intento por evitar que Lula da Silva sea arrestado en conexión con recientes escándalos de corrupción en Brasil.
Rousseff elogió el nombramiento y puso fin a intensos días de especulación y a largas reuniones entre los dos líderes, cuando dijo que estaba “muy contenta con el arribo” de Lula da Silva.
“Al unirse a mi Gobierno, fortalece mi Gobierno”, dijo en una rueda de prensa en la capital del país, Brasilia, y luego agregó: “muchas personas no quieren que el Gobierno se fortalezca. Pero él va a estar cerca y va a venir a ayudar”.
Los rumores de un posible nombramiento del exmandatario se conocieron luego de que la semana pasada Lula da Silva fuera conducido a una comisaría de Policía para que respondiera a una serie de preguntas relacionadas con la investigación de corrupción que se centra en la petrolera estatal Petrobras.
Como Lula da Silva va a ejercer un cargo oficial, le sería más difícil a la Fiscalía continuar con la investigación en su contra, pues según las leyes de Brasil, la Corte Suprema tiene que autorizar las investigaciones, la cárcel y los juicios que se sigan a los ministros o legisladores federales.
La propia Rousseff ocupó el cargo de jefe de Gabinete de Lula da Silva de 2005 a 2010 y su desempeño y trayectoria en el cargo le dieron la suficiente proyección para suceder al expresidente en el poder.
Considerado un operador político consumado, Lula da Silva es visto como la mejor esperanza que tiene Rousseff para recabar apoyo para su Gobierno y para su agenda de trabajo pues la podría ayudar a sellar alianzas con partidos de centro y derecha del Congreso brasileño así como el asegurarse el apoyo de movimientos sociales.
El exmandatario también es visto como una figura crucial para bloquear un juicio político en contra de Rousseff, acusada de malos manejos de fondos fiscales.
Rousseff negó con vehemencia que Lula da Silva hubiera aceptado la designación para entorpecer las investigaciones que se siguen en su contra e hizo hincapié en que los ministros del gabinete están sometidos a la justicia y no tienen inmunidad.
“Esto no quiere decir que no va a ser investigado”, dijo Rousseff. “Es una cuestión de quién lo investigara”.
Rui Falcao, el jefe del Partido de los Trabajadores del que hacen parte Silva y Rousseff, dijo en Twitter que el ex mandatario será juramentado el martes en su cargo.
La oposición reaccionó con vehemencia al esperado anuncio del miércoles. Otro ex presidente, Fernando Henrique Cardoso, criticó el nombramiento del que fuera su sucesor al decir que era “un error”, según un informe publicado en el diario Folha de S. Paulo.

Filtran polémica conversación entre Lula y Rousseff

Indignados brasileños se congregaron ayer por la noche en Brasilia y Sao Paulo, tras la divulgación de una embarazosa conversación telefónica entre la presidenta Dilma Rousseff y su antecesor y flamante ministro Luis Inacio Lula da Silva.
En la plática, grabada por la mañana por la Policía judicial, Rousseff le anuncia a Lula que se aprestaba a enviarle el decreto de su nombramiento como jefe de gabinete, para que pueda “usarlo en caso de necesidad”.
La grabación fue divulgada por el juez federal Sergio Moro, a cargo de la investigación sobre el expresidente (2003-2010).
La difusión de la charla provocó una reacción airada de diputados opositores, que pedían la “renuncia” de Rousseff, que enfrenta por su parte un juicio de destitución en el Congreso por presunto maquillaje de las cuentas públicas.

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