Associated Press
2016-03-15Río de Janeiro— Líderes de la oposición brasileña reaccionaron airados el martes ante reportes de que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva será designado ministro, alegando que con ello el Gobierno supuestamente busca proteger al exmandatario de acusaciones de corrupción. Los principales diarios brasileños publicaron el martes que el anuncio de la designación de Lula era inminente.
Silvio Torres, secretario general del partido PSDB, dijo que ello además ayudaría a evitar que la actual presidenta Dilma Rousseff sea sometida a juicio político por acusaciones de malversación de fondos.
Los rumores sobre una designación de Lula surgieron luego que el exmandatario fue llevado a una sede policial hace pocos días para ser interrogado en torno al escándalo de corrupción en la empresa petrolera estatal Petrobras.
De ser ministro, Lula tendría “jurisdicción privilegiada”, lo que haría difícil su detención a corto plazo. Bajo la ley brasileña, sólo la Corte Suprema puede autorizar la investigación, encarcelamiento o juicio de un integrante del gabinete ministerial.
En una declaración subida al cibersitio del partido, Torres declaró que la designación busca “liberar a Lula del riesgo de un encarcelamiento”.
Entretanto, la Corte Suprema declaró que aceptó un arreglo judicial en el caso del exdirigente senatorial del gobernante Partido de los Trabajadores. Según reportes de prensa, el testimonio del senador Delcidio do Amaral, que abarca unas 400 páginas, tiene revelaciones comprometedoras contra Rousseff, Lula e incluso dirigentes de la oposición.
Fuentes del tribunal dijeron el martes que decidirán luego si se difundirá públicamente el testimonio.
Amaral fue detenido el año pasado bajo acusaciones de obstruir la investigación sobre la corrupción en Petrobras. Fue excarcelado el mes pasado.
Según las denuncias, funcionarios de Petrobras recibieron unos 2 mil millones de dólares en sobornos a cambio de contratos de proyectos cuyos costos ascendieron de forma abrupta posteriormente. Los investigadores sostienen que algo del dinero llegó a diversos partidos políticos, incluso el Partido de los Trabajadores.