Internacional

Rousseff podría quedarse sin su principal partido aliado

AFP

2016-03-12

Brasilia— El PMDB, la mayor fuerza política de Brasil, decidirá en los próximos 30 días si abandona a su suerte al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, una decisión con potencial para agudizar la feroz crisis que vive la potencia emergente.
El llamado “partido de la gobernabilidad” realizó ayer una convención nacional con un clima marcadamente opositor y regado de pedidos de ruptura con el Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), donde los representantes votaron que ningún miembro del partido puede aceptar un cargo en el Gobierno federal durante el mes de deliberación.
“El PT y el Gobierno terminaron. Dilma perdió el control del país, nadie cree en lo que dice, no está más en condiciones de unir a nadie ni de encontrar un rumbo para la economía”, dijo a la AFP el diputado Omar Terra, uno de los líderes que impulsan el quiebre.
“El Gobierno tomó decisiones equivocadas y se está hundiendo y el PMDB no se puede hundir con este Gobierno (...) Se fijó un plazo de 30 días para dar tiempo a encontrar la mejor salida, pero la salida tiene que ocurrir lo más rápido posible”, añadió Terra, para quien su posición tiene una “holgada” mayoría.
El PMDB es la mayor fuerza política de Brasil en cantidad de diputados, senadores y gobernadores. Sus hombres ocupan los tres primeros lugares de la sucesión presidencial: Michel Temer, vicepresidente de la república; Eduardo Cunha, presidente de la cámara de Diputados y Renan Calheiros, jefe del Senado.
La propuesta rupturista fue matizada por las figuras más prominentes del partido, especialmente por su presidente Temer, cuyo mandato será renovado durante la convención, para quien la crisis “es gravísima”, aunque no es momento de “dividir a los brasileños”. 

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