AFP
2016-02-07
Oncupinar, Turquía— Turquía abrirá, si “es necesario”, sus fronteras a las decenas de miles de sirios que huyeron de la ofensiva del régimen contra Alepo y esperan en campamentos improvisados poder entrar en territorio turco.
Miles de sirios, principalmente mujeres y niños, que huyeron de la ofensiva del Gobierno y la aviación rusa contra Alepo, esperaban desde el viernes poder cruzar la frontera y entrar en Turquía.
El régimen sirio “bloqueó una parte de Alepo” y si los civiles “están en nuestras puertas y no tienen otra opción, debemos dejar entrar a nuestros hermanos y lo haremos”, declaró Recep Tayyip Erdogan el sábado, al regresar de una gira por América Latina y Senegal.
Sin embargo, el presidente turco no precisó cuándo podrán entrar a su país los refugiados. Los principales puestos fronterizos, incluido el de Oncupinar, cercano a la ciudad de Alepo, seguían cerrados este domingo, constató un periodista de la AFP.
Este fin de semana los europeos recordaron a Ankara su deber de acoger a refugiados. Sin embargo, el viceprimer ministro Numan Kurtulmus advirtió que Turquía –un país que alberga ya a 2.7 millones de sirios– está a punto de alcanzar su capacidad máxima de acogida.
“Al final no tienen donde ir. O mueren en los bombardeos o van a lograr abrir nuestra frontera (...) No estamos en una posición de poder decirles que no vengan. Si lo hacemos estaríamos abandonándolos a la muerte”, admitió el funcionario.
En la localidad siria de Bab al Salama, miles de personas esperaban en precarias condiciones aguantando el frío. “La situación es crítica en la región de Azaz, con combates continuos y decenas de miles de desplazados”, explicó Muskilda Zancada, director de la misión en Siria de Médicos Sin Fronteras (MSF).