Reforma
2015-08-31Distrito Federal— El drama de los refugiados sirios día a día conmueve no sólo a Europa, sino al mundo entero.
Tanta desgracia genera que en algunos ciudadanos no sólo nazca la preocupación, sino la solidaridad.
Ejemplo de ello es la campaña de crowdfunding o financiación colectiva que permitió recaudar más de 160 mil dólares para una familia de refugiados sirios residentes en Beirut, Líbano, en solamente cuatro días.
Todo empezó cuando uno de los fundadores del portal de noticias Conflict News, Gissur Simonarson, divulgó en Twitter las imágenes de Abdul Halim Attar junto a su hija Reem, de cuatro años.
El hombre vendía plumas en la calles mientras cargaba a su hija sobre su hombro.
Syrian father selling pens in the streets of #Beirut with his sleeping daughter #Lebanon #Syria pic.twitter.com/KOz4mjW1rd
— Gissur Simonarson CN (@GissiSim) August 25, 2015
Su imagen dio la vuelta al mundo y fue retuiteada cerca de 5 mil 800 veces.
Ese tuit desembocó en una cadena de ayuda que terminó por convertirse en una gran colecta.
Primero, en menos de media hora, con ayuda de periodistas locales y activistas en Líbano, lograron rastrear al vendedor de plumas.
Después, el jueves pasado, Simonarson abrió una cuenta en Twitter y comenzó una campaña de financiación con la que buscaba recaudar inicialmente 5 mil dólares en 15 días para Abdul y su hija, en la web Indiegogo.
La campaña fue nombrada #BuyPens (Compra plumas) y fue iniciada por Conflict News.
Así, varios empezaron a comprar esas plumas que Abdul ofrecía de calle en calle, pero virtuales.
La meta fue alcanzada en apenas 30 minutos, en tan sólo 22 horas se reunieron 60 mil y el monto sigue en ascenso.
"Mi meta era conseguirle algo de ayuda. No esperaba el gran apoyo que estamos recibiendo ahora", señaló Simonarson a la BBC.
"Ahora parece que podría comenzar una nueva vida con este dinero", añadió.
Poco más de 6 mil personas de 10 países han realizado hasta este lunes alguna donación en la campaña para Abdul y su familia.
Sin embargo, Abdul no se quedará todo el dinero, según Simonaron.
"Quiere ayudar a otros refugiados sirios, así como enviar a sus hijos a la escuela", explicó en su cuenta de Twitter, la misma donde empezó todo.
Simonarson no tenía ninguna experiencia haciendo campañas para refugiados.
Ahora, el activista estudia la posibilidad de hacer otra para grandes grupos de personas.
"Es mejor ayudar a más gente", apuntó Simonarson al medio británico.
"Sin embargo, creo que muchas personas lo que simplemente quieren ver es que a alguien le cambie la vida", señaló.
Esta vida cambió gracias a una pluma, un bolígrafo que usa cualquier persona y que podría firmar algún acuerdo que ayude a los miles de migrantes que en estos días tratan de entrar a Europa.
Un cambio que muchas personas, como las 6 mil que han donado, podrían realizar.
En Líbano viven actualmente más de un millón de refugiados sirios que huyeron de la guerra iniciada en marzo de 2011.
Abdul y su familia, de origen palestino, vivían en el asentamiento de Yarmuk, en las inmediaciones de Damasco y nunca se imaginaron que una pluma les cambiaría así la vida.