AFP
2015-01-31
Beirut— El grupo Estado Islámico (EI) difundió este sábado un video a través de Twitter en el que supuestamente muestra la decapitación del rehén japonés capturado en Siria Kenji Goto, un acto que ya ha sido “condenado con dureza” por Tokio.
Tras multiplicar las amenazas en los últimos días, el EI ha difundido unas imágenes a través de su órgano de propaganda, Al Furqan, en las que Kenji aparece arrodillado vestido con un mono naranja, mientras un hombre encapuchado detrás de él culpa al gobierno japonés de su muerte.
El video termina con una foto del cuerpo tirado en el suelo, de espaldas, con la cabeza encima.
Según el Observatorio de páginas islamistas SITE, el verdugo sería el hombre conocido, por su marcado acento británico, como “John el Yihadista”, que ya ha protagonizado videos de otras decapitaciones.
Aludiendo al gobierno nipón, el ejecutor dice: “Ustedes, al igual que sus estúpidos aliados de la coalición satánica, no han entendido aún que somos un Califato islámico, con autoridad y poder por la gracia de Dios, un ejército entero sediento de su sangre”.
Después se dirige personalmente al primer ministro, Shinzo Abe: “A causa de su insensata decisión de tomar parte en una guerra imposible de ganar, este cuchillo no solamente degollará a Kenji, sino que continuará causando matanzas allá donde se encuentre gente suya. Que empiece la pesadilla para Japón”.
Tras el anuncio, el gobierno japonés se apresuró a condenar “con la mayor firmeza” la ejecución de este segundo rehén, periodista independiente secuestrado en Siria a finales de octubre.
“Un video en el que se indica que Goto ha sido ejecutado fue difundido en internet. Estamos indignados y lo condenamos con la mayor dureza”, declaró el portavoz gubernamental Yoshihide Suga en una breve rueda de prensa celebrada el domingo por la mañana a las 6H00 locales (sábado 21H00 GMT).
Ayer por la mañana, el vicepresidente de Exteriores japonés, Yasuhide Nakayama, desplazado a Ammán, había admitido que las negociaciones sobre la liberación del segundo rehén japonés se encontraban en punto muerto.