El Mundo
2015-01-13
El Cairo— Un niño alza la pistola, aprieta el gatillo y da el tiro de gracia a dos presuntos espías rusos.
Es el perturbador video publicado ayer por la división mediática del autodenominado Estado Islámico (EI), que advierte contra cualquier intento de las agencias de Inteligencia occidentales de operar en las tierras del califato proclamado entre Siria e Irak.
“Han confesado que trabajaban para la Inteligencia rusa (FSB, Servicio Federal de Seguridad), que fueron reclutados en Rusia y enviados al Estado Islámico.
“Por la gracia de Alá, ahora están en manos de los cachorros del califato”, declara un combatiente adulto antes de que el niño, que no supera los 10 años de edad, ejecute a los dos supuestos agentes.
El video, de 7 minutos y medio de duración, incluye el interrogatorio de los ajusticiados.
Un niño que apenas alcanza los diez años dispara en contra de dos supuestos espías rusos y les quita la vida, escena que quedó grabada en un video difundido por yihadistas.
Los detenidos aseguran en ruso que el FSB (antiguo KGB) les ordenó liquidar a un alto cargo del IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés).
“También nos pidieron que reuniéramos información sobre combatientes rusos y que la enviáramos a Rusia”, relata uno de los detenidos, de nacionalidad kazaja. El video, cuidadosamente editado, omite el nombre del objetivo.
A cámara lenta y con los efectos habituales en las producciones de Al Hayat –la división mediática del IS para idiomas distintos al árabe–, el fragmento muestra la ejecución a sangre fría firmada por el menor de edad.
“Después de que el califato se convirtiera en una tierra de hégira (emigración) y yihad (guerra santa), sus enemigos pensaron que podrían enviar a sus espías y agentes para conspirar contra el Estado Islámico pero Alá desveló sus esfuerzos y frustró sus planes”, advierte a modo de introducción una voz en ruso con traducciones en inglés y árabe.
El video concluye con el fragmento de una entrevista anterior, difundida a fines de 2014, en la que el niño –que dice llamarse Abdalá y ser originario de Kazajistán– declara su intención de ser “muyahidín” (guerrero santo). “Seré uno de tus asesinos, infiel”, señala sonriente.
No es la primera vez que el EI divulga videos en los que se jacta de usar a niños en sus acciones. Hace dos meses se hizo público un video que muestra a niños reclutados por el EI en un campo de entrenamiento en la provincia de Nínive, en el norte de Irak.
El uso de niños soldados es una práctica que el EI probó con éxito en la vecina Siria al cobijo de una brutal guerra civil.
“La infancia ha sido, desde el primer momento, un objetivo prioritario de la propaganda del EI a través de las reuniones de ‘dawa’ (predicación) y las jornadas de asueto. Son la próxima generación, la que puede ayudar a perpetuar la existencia del grupo”, explicó hace unos meses a este diario el experto en yihadismo Ayman al Tamimi.
En la ciudad siria de Raqqa, la capital “de facto” del califato proclamado a finales de junio, los barbudos han establecido campos de entrenamiento para inocular su fundamentalista interpretación del islam a una prometedora legión de imberbes.
Entre las enseñanzas impartidas en una atípica escuela de verano organizada en el bastión yihadista, figura la lección atroz de decapitar a “infieles”.
Varios padres que fueron forzados a enviar a sus hijos al campamento relataron a la web ‘Syria Deeply’ que sus vástagos ensayaron el arte de rebanar cabezas en muñecas rubias de ojos azules vestidas con los uniformes naranjas usados en Guantánamo.
El “lavado de cerebro” –como lo han bautizado algunos progenitores– ha manufacturado leales y entusiastas “muyahidines” como desveló en agosto la web estadounidense Vice News.
En uno de los videos filmados en Raqqa, el benjamín de un aula del EI grita a la cámara: “Les prometemos coches bomba y atentados. Destruiremos a los enemigos de la religión, a todos aquellos que lucharon contra el EI”.
En Raqqa y en Mosul, la segunda ciudad de Irak, los menores asisten con terrible normalidad a lapidaciones o crucifixiones perpetradas en plazas públicas y a plena luz del día.
En su cuartel general, además, un edicto ha aplicado al currículo escolar una profunda poda. “Las siguientes materias son suprimidas definitivamente: música, educación nacionalista, estudios sociales, historia, dibujo, deporte, filosofía..”, decretó el pliego.