Reforma
2014-05-16Río de Janeiro— En un duro golpe al narcotráfico, el Gobierno argentino anunció la desarticulación de una banda vinculada al cártel de Sinaloa, de la que participaban al menos un mexicano y tres policías argentinos, y que habían enviado unas dos toneladas de cocaína desde Argentina hasta México.
"Se ha desarticulado una banda narco-criminal que tenía conexiones con el denominado cártel de Sinaloa y se han decomisado 2 mil kilos de cocaína liquida, gran cantidad de armas, y se ha detenido a nueve personas, una de ellas, de nacionalidad mexicana", informó en Buenos Aires el Secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni.
El ciudadano mexicano, identificado como César Cornejo, de 42 años, había sido detenido el 22 de abril durante un operativo de búsqueda de documentos en un domicilio del barrio porteño de Belgrano. Cornejo, quien se encontraba allí con su novia y los padres de ésta, se resistió con disparos al ingreso de los agentes y tomó como rehenes a las dos mujeres antes de entregarse.
Según explicó la pareja de Cornejo, él pensó que quienes habían llegado a su hogar eran sicarios que buscaban matarlo.
La investigación, que había comenzado en 2012 y estaba a cargo de la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, continuó hasta descubrir una red de criminales locales que tenían vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Entre los miembros argentinos de la banda, se arrestó a un comisario que trabajaba en el Departamento Central de la Policía Federal argentina y a dos cabos de esa fuerza.
"Eran delincuentes disfrazados de Policía Federal", subrayó Berni.
Las autoridades sospecharon que unos 20 días atrás, la banda había embarcado 2 mil 360 litros de cocaína líquida escondida en un buque de bandera israelí que llevaba un transformador eléctrico, y que salió de Buenos Aires con destino al puerto de Progreso, en Yucatán.
Los argentinos alertaron a las autoridades mexicanas y tanto la jueza Arroyo Salgado como el Secretario Berni viajaron a México para la incautación de la droga, diluida en aceite aislante.
"Nos trasladamos a México para comprobar que ese transformador que había salido de la aduana argentina y llegado a la aduana mexicana tenía la cocaína que sospechábamos", explicó Berni.
Según el Secretario, la droga, que tiene un valor en el mercado de 40 millones de dólares, habría llegado a Argentina por tierra desde Bolivia, a través de Paraguay. La intención de la banda era comercializarla luego en Estados Unidos y Europa.
Si bien el consumo de cocaína en Argentina ha aumentado en los últimos años, el país es principalmente un camino para el tránsito de la droga desde Perú y Bolivia hacia fuera de América del Sur. Esta particularidad ha hecho que en los últimos tiempos se hayan radicado en Buenos Aires gran cantidad de mexicanos, colombianos, peruanos y bolivianos sospechosos de estar involucrados en actividades de narcotráfico.