Miguel Silva
El Diario
Chihuahua– Después de 20 años de lucha, el Tribunal Superior Agrario (TSA) resolvió por unanimidad y reconoce que la comunidad indígena de Choreachi, municipio de Guadalupe y Calvo, tiene derecho a su territorio y sus bienes naturales.
La directora de Alianza Sierra Madre A.C., expresó que fue una lucha intensa de los tribunales durante dos décadas y se les logró reconocer una superficie de 32,832 hectáreas.
De esta manera, el TSA luego de valorar el recurso de revisión 357/2007-5, resolvió revocar la sentencia que había emitido el Tribunal Unitario Agrario Distrito 5 de Chihuahua y reconoce el derecho de su territorio al demostrar ser preexistente al ejido Pino Gordo y las comunidades agrarias de Coloradas de los Chávez y Tuaripa.
Isela González, directora de Alianza Sierra Madre A.C., expresó que fue una lucha intensa de los tribunales durante dos décadas, en la que finalmente el TSA fundamentó su resolución de conformidad a la protección de los derechos de los pueblos indígenas previstos en los convenios internacionales de los que forma parte el Estado mexicano.
Dijo que, la comunidad indígena de Choreachi, cuenta con medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el hostigamiento, amenazas y asesinatos de defensores comunitarios con el de Juan Ontiveros Ramos, entre otros y pidió al Estado para que velen el cumplimiento de estas medidas y sea garante de la resolución que emitió el tribunal superior.
Ante esto, están a la espera de que la contraparte pueda presentar algún recurso de revisión con relación a la sentencia emitida por el TSA, pero destacan que es complicado que el dictamen se pueda revocar por lo que la propiedad de la tierra le pertenece a esta comunidad.
Cabe señalar que debido a los litigios, desde hace once años se suspendió el aprovechamiento forestal y de recursos maderables de esta zona y ahora nadie podrá tener derechos a ellos más que los habitantes si así lo consideran.