Manuel Quezada Barrón/
El Diario
Chihuahua— El despido de trabajadores al servicio del Estado es una medida dolorosa pero necesaria, ya que no se podía seguir sosteniendo una plantilla de 41 mil colaboradores con todo lo que eso significa en sueldos y prestaciones, además de tener que enfrentar una cuantiosa deuda pública y altos intereses, dijo ayer el presidente de Coparmex, Federico Baeza Mares.
Señaló que tan solo en la nómina, el Gobierno aplica alrededor del 80 por ciento de sus ingresos y prácticamente no puede hacer inversión en infraestructura y servicios.
Federico Baeza señaló que el sector privado puede contratar a las personas despedidas, de acuerdo con sus habilidades y conocimientos.
De hecho, ofreció el apoyo del sector empresarial para hacer una feria de empleo para captar a la gente que se tiene que ir del gobierno.
El empresario precisó que en este proceso de ajuste de personal, es importante que se finiquiten conforme a lo que indica la ley, para evitar conflictos sociales como bloqueos y manifestaciones.
Comentó que no es deseable que el personal de Salud cumpla con su amenaza de bloquear todos los servicios que presta el sistema, como represalia por el despido o en demanda de la reinstalación.
Hay mucha gente que requiere la continuidad de su tratamiento o ser atendida por alguna enfermedad, y no es bueno, que se le niegue ese servicio por conflictos laborales, expuso.
Federico Baeza indicó que la Coparmex siempre ha apoyado el adelgazamiento de la nómina burocrática, y en esta ocasión más, dada la complicada situación financiera que tiene el Gobierno del Estado.
La nómina de 41 mil trabajadores le representa una carga excesiva dado lo que conlleva en sueldo, prestaciones, jubilaciones, pensiones e incapacidades.
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