Javier Olmos/
El Diario de Juárez
Con más de 300 impugnaciones ante los árbitros electorales y cinco asesinatos contra políticos, culmina hoy en Chihuahua el proceso electoral 2017-2018.
El período que inició en diciembre del año pasado y termina este 10 de septiembre con las tomas de protesta en los ayuntamientos de la entidad, se caracterizó por ser inédito en el número de inconformidades presentadas por los candidatos, partidos y ciudadanos ante los órganos electorales.
De acuerdo con el Tribunal Estatal Electoral (TEE), hasta el sábado, cuando se resolvió el último juicio de inconformidad presentado por el PRI a la asignación de regidores en este municipio, se registró una cifra de 280 impugnaciones durante 2018, que se suman a las 113 registradas tan sólo en diciembre de 2017.
La estadística es un 30 por ciento mayor a la que se registró al cierre del proceso 2015-2016, refirió Víctor Yuri Zapata Leos, magistrado presidente del TEE.
Indicó que las impugnaciones se registraron contra autoridades partidistas, comités municipales y estatales de los mismos partidos por las convocatorias emitidas para la selección de candidatos, y otros contra las mismas autoridades tras las los resultados de las elecciones.
Según el informe del órgano jurisdiccional, más del 90 por ciento de las sentencias emitidas por sus magistrados fueron confirmadas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Me parece un buen proceso, con un alto nivel de participación ciudadana; aunque con el alto número de impugnaciones se dio certeza y legalidad por las autoridades electorales ya sea administrativas o judiciales, locales y federales”, consideró Zapata Leos.
Del universo de impugnaciones ante distintos tribunales, las que se presentaron contra la elección de Juárez fueron las últimas en resolverse.
Además de las quejas, el proceso electoral local se caracterizó por el número de ataques contra políticos, que hasta ayer dejó cinco muertes durante el año.
En la lista de agresiones se encuentran los casos de Diego Herrera Escárcega, regidor del PRI en el poblado de El Vergel asesinado en enero de este año junto con su hijo Gumaro Herrera, y otros funcionarios públicos como el extesorero Fernando Herrera y Raúl Herrera Cervantes, comandante de la Policía.
También el homicidio de Guadalupe Payán Villalobos, militante panista y tesorero en el Ayuntamiento de Ignacio Zaragoza registrado en marzo.
Los ataques contra candidatos y dirigentes del PRD en el mismo municipio en mayo que dejaron a la candidata a regidora, Liliana García Mendoza, asesinada y provocaron la dimisión del partido a las elecciones que se desarrollaron en julio, son parte de las estadísticas de violencia política en Chihuahua.
El 7 de mayo pasado, casi a la par de las agresiones contra los actores políticos del PRD en Zaragoza, también fue asesinado el líder del Partido Encuentro Social (PES) en la ciudad de Chihuahua, Eduardo Aragón Caraveo.
Y apenas el pasado 2 de septiembre el asesinato de Jesús Moncada Campos, candidato a la presidencia seccional de Anáhuac por parte del partido Morena.
La última agresión que marca el proceso electoral es la que sufrió Blas Juan Godínez, alcalde electo de Gómez Farías, postulado por la coalición Juntos Haremos Historia.
De acuerdo con el Instituto Estatal Electoral (IEE), el consejo estatal sesionará entre hoy y mañana para concluir formalmente este proceso eleccionario, y ahí se dará a conocer un informe oficial de los incidentes que marcaron la elección en Chihuahua.
Por fecha constitucional, los ayuntamientos deben tomar protesta a los nuevos funcionarios como máximo este 10 de septiembre.
El TEE informó que también rendirá un informe final de las impugnaciones resueltas ante el Pleno, pero será dentro de unas dos semanas.
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