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El Diario de Chihuahua
Chihuahua— El doctor Blas Juan Godínez Ortega había manifestado a sus allegados el temor que sentía ante un posible ataque a su integridad, mismo que se materializó la noche del pasado viernes 7 de septiembre, diez meses después de que su padre fuera levantado por un grupo criminal en Gómez Farías.
“Nunca habló de amenazas pero sabíamos que eso estaba allí por toda la lucha que él ha tenido en busca de su padre”, dicen las fuentes que prefieren guardar su identidad por obvias razones.
Meses antes, confirman, el médico había sido “levantado” para ir a atender a miembros del crimen organizado luego de un enfrentamiento. Salió ileso.
De acuerdo con los entrevistados, la intención del galeno que se postuló y ganó para ser alcalde, era pacificar su pueblo y saber qué pasó con su padre. Lo quería vivo o muerto.
“Blas quería ser presidente para trabajar por la paz pero también para saber qué fue lo que ocurrió con su papá. Quería saber dónde estaba, si aún seguía con vida o de plano encontrar su cuerpo. Al igual que su padre, quería ayudar a la gente”, dijeron.
“Una vez lo levantaron para atender heridos de un enfrentamiento y lo denunció pero no hicieron nada. Siempre abogó por la seguridad de los médicos y enfermeras del hospital de Gómez Farías y siempre pidió también un plan o estrategia de seguridad pero sólo obtuvo la insensibilidad del ex secretario de salud Ernesto Ávila, quien se burló de ellos la única vez que fue a Gómez Farías y nunca volvió y mucho menos estableció una estrategia de seguridad”, agregaron.