Estado

Dejan policías ejecutados 9 huérfanos

Jorge Montes de Oca
El Diario

2018-09-08

Chihuahua— “Qué guapo mi hijo, que Dios me lo bendiga y lo cuide mucho”, le dijo al agente Edgar Chavira Juárez su madre el pasado 11 de agosto, cuando él se dirigía a la base de la Policía Estatal en Creel a la que estaba asignado.
Contestó “gracias mamá, la amo”, pero ya no consiguió regresar con vida al lado de sus padres, su esposa y su pequeño hijo, que hoy forma parte de los más de 9 mil 600 huérfanos de la violencia en Chihuahua.
Chavira murió en el ataque a policías estatales el pasado jueves en Bocoyna, atentado que dejó en la orfandad a cuatro niños y cinco jóvenes, los cuales se suman al registro de los hijos de las víctimas de la lucha contra el crimen organizado.
Chihuahua— Chavira sólo tenía un hijo, no mayor de dos años. La fotografía de portada de Facebook de este agente muestra el logotipo de Comisión Estatal de Seguridad Pública cruzado por un moño negro y fechada el pasado 5 de abril, un día después del asesinato del policía Felipe Alejandro Medina en el atentado contra estatales en el residencial La Cantera V, donde habita el fiscal general César Augusto Peniche Espejel.
Desde entonces la imagen del logotipo marcado por el luto permanecía inamovible.
Su fotografía de perfil, en cambio, había sido modificada varias veces. La más reciente, el 11 de agosto, lo muestra orgulloso frente a una patrulla de las fuerzas estatales. Viste el uniforme y porta también el arma de la corporación.
Ahí es donde su madre le llena de bendiciones. “Yo también lo amo mijo, mucho”, le expresa.
El cuerpo de Edgar fue despedido ayer con honores en las instalaciones del C4, junto con dos de sus tres compañeros caídos, entre salvas al aire y el llanto de las familias.
En la ceremonia también honraron el cuerpo presente del agente Domingo Herrera Santiago, padre de tres hijos varones, todos ellos adolescentes, y abuelo de dos niños.
A un costado estaba el féretro del policía Víctor Manuel Morales Ortega, padre de dos jóvenes, un varón y una mujer, quien lo hizo abuelo.
Lejos de la ceremonia, pero cercanos al dolor, se encontraban los familiares del agente Martín Alemán Hinojos, cuyo cuerpo, en respeto a su voluntad expresada en vida, no fue trasladado a la ceremonia de honores a los agentes caídos en el cumplimiento del deber. Martín dejó tres hijos pequeños, dos varones y una niña, en la orfandad.
Hasta enero pasado, el Fondo de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes, Hijos de las Víctimas de la Lucha Contra el Crimen Organizado (Fanvi) registraba 9 mil 679 huérfanos tras perder a uno o ambos padres en un hecho violento en el estado de Chihuahua.
El fondo fue creado en el 2011 en respuesta a la situación de violencia e inseguridad en la entidad y con el propósito de no dejar desamparados a los entonces más de 3 mil que habían perdido a su padres en la guerra contra el narcotráfico, cifra que se ha triplicado en sólo 8 años. 

X