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El Diario de Juárez
Chihuahua— Alrededor de diez sicarios ya habían atacado a un comando de la Policía Estatal Única (PEU) en el entronque de las comunidades de San Pedro y San Juanito, mismo punto en el que fueron asesinados cuatro agentes la noche del jueves pasado.
Esos hechos ocurrieron el 13 de febrero de 2014, cuando un grupo de hombres armados vinculados presuntamente a “La Línea” abrió fuego contra un convoy de policías estatales, dejando dos agentes muertos y otros siete lesionados por impactos de bala.
Las autoridades presumieron entonces que el móvil del atentado fue una venganza por la muerte de tres seudopolicías federales vinculados a actividades de narcotráfico, abatidos por agentes de seguridad pública en un enfrentamiento ocurrido el día anterior del ataque contra miembros de la PEU. Los policías que murieron en la emboscada fueron Alejandro Núñez Guadaña, de 24 años, y Gregorio Cabrera Jiménez, de 39.
Las autoridades estatales detuvieron a tres hombres por su presunta responsabilidad en el ataque. Desde el 4 de octubre de 2016, cuando inició la administración del gobernador Javier Corral Jurado se han registrado 64 asesinatos contra agentes policiacos en Chihuahua.