Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— La Fiscalía General del Estado (FGE) urgió al Poder Judicial de la Federación (PJF) a la reubicación de reos federales sentenciados que se encuentran en las cárceles del estado, al enfrentar un hacinamiento que pone en riesgo la seguridad del penal.
Los mismos custodios del Cereso estatal 3 manifestaron su temor a nuevas vendettas entre los presos que integran los grupos delictivos.
“Ahora estamos alerta por la revancha que viene”, comentó un trabajador del Centro de Reinserción Social (Cereso) 3 luego del atentado en el que murió Daniel Quinn Calderón, de 36 años, apodado “El Quinn” o “El Pelón”, uno de los presuntos responsables de la masacre registrada en el fraccionamiento Praderas de los Oasis.
El fiscal general César Augusto Peniche Espejel dio a conocer que tras el asesinato de un reo y las lesiones que sufrieron otros cuatro, incluido un custodio, no existe una alerta dentro del penal, sin embargo, “se están revisando los protocolos de seguridad”.
Agregó que esta misma semana tendrán un conversatorio con los integrantes del PJF para seguir insistiendo que tiene que haber una redistribución de los reos federales en las cárceles estatales, por la saturación que provocan.
“Tenemos alrededor de 400 personas que cometieron delitos federales y fueron sentenciados por jueces federales que ya no deberían estar en nuestros Centros de Reinserción Social, deberían en estar un Centro Federal de Readaptación Social.
Peniche Espejel precisó que el sobrecupo actual de internos reduce los niveles óptimos de atención a las personas privadas de su libertad y que, desde luego, puede ser cuestionado desde el ámbito de los derechos humanos.
El fiscal dijo que esta posible reubicación de reos federales la tendrá que resolver el PJF y el órgano administrativo desconcentrado prevención y readaptación social, que depende de la Comisión Nacional de Seguridad.
El servidor público dijo que en el Cereso estatal 3 existe una población estimada de tres mil 300 internos en un penal con capacidad máxima de 2 mil 700 reos; mientras que en el Cereso estatal 1, el cupo es de mil 800 presos y existen alojados 2 mil 700 internos.
A decir de custodios del penal y los mismos internos, el ambiente al interior del Cereso 3 es de tensa calma y existe el miedo de un enfrentamiento mortal.
El pasado 22 de agosto hombres armados irrumpieron con tubos, “puntas” hechizas y el rostro cubierto, que se identificaron como miembros de la pandilla “Artistas Asesinos”, atacaron a los presuntos responsables de la masacre del fraccionamiento Pradera de los Oasis.
Durante la incursión armada asesinaron a un interno y lesionaron a otros tres reos, identificados como miembros de “Los Aztecas”, además de herir a un custodio.
Los atacantes esperaron la oportunidad mientras sus objetivos eran sometidos a una revisión antes de su traslado de las instalaciones del Cereso 3 a la Ciudad Judicial, donde protagonizarían una audiencia a las nueve de la mañana.
Los heridos en la agresión son el presunto autor intelectual de la masacre de Praderas de los Oasis, René Hernández Chávez, de 45 años, además de sus presuntos cómplices Martín Favila González, de 45 años y apodado “El Chori”, así como Luis Fernando Limas Escápita, “El Ferny”, de 23.
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