Salud Ochoa/
El Diario
Chihuahua— La ludopatía o adicción al juego es un problema cada más frecuente entre la población de manera que, según datos del Centro Samadhi Chihuahua, el 8 por ciento de los mexicanos la padecen de manera comprobada y, de esos, el 10 por ciento llega al suicidio o intento del mismo.
Alfredo Pérez, terapeuta del citado centro, explica que a pesar de que ya está reconocida como una enfermedad, en la entidad no existe una estadística exacta; sin embargo, la mayoría de los pacientes que enfrentan esta adicción tienen alguna comorbilidad (coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas).
“En Chihuahua no tenemos una estadística precisa, pero sí se sabe que el 8 por ciento de la población en México ya tiene un problema detectado de adicción al juego o apuestas y la mayoría ha recibido algún tipo de tratamiento por otra adicción. Hay una comorbilidad”, explica Pérez.
“Es un problema muy grave de salud porque lleva al suicidio a un 10 por ciento de quienes lo padecen debido a las deudas y/o pérdidas que enfrentan y que les hacen sentir que no hay una solución. A veces se involucran con prestamistas que cobran intereses muy altos y eso genera demasiada angustia y hasta amenazas a la familia”, indica.
De acuerdo con el terapeuta, los ludópatas tienen comportamientos obsesivo-compulsivos, además de que la enfermedad tiene consecuencias físicas, mentales y psicológicas.
“Hay una obsesión por jugar, buscar dinero para poder seguir jugando, pensar en deudas y problemas económicos es también una forma de obsesión. También hay una compulsión; es decir, tienen un comportamiento repetitivo acerca de las apuestas, dedican un tiempo significativo a estarlo haciendo, empiezan a tener ese comportamiento y no pueden parar y a pesar de tener problemas evidentes a causa del juego en la familia o en la sociedad, siguen apostando.
“También hay un pensamiento mágico adictivo que les hace pensar que no importa lo que apuesten, en algún momento van a recuperar lo perdido. Además, el adicto tiene alteraciones físicas como gastritis, colitis, migraña, insomnio y alteraciones del estado de ánimo. Es una enfermedad con implicaciones físicas, mentales, psicológicas y hasta espirituales porque se pierden los valores”.
Actualmente la ludopatía se contempla en la Ley de Salud; sin embargo, según el entrevistado, es necesario que se legisle más en la materia con la intención de que la adicción no afecte a terceros.
“Se están buscando estrategias para que la Cámara de Diputados incluya el problema y legisle en torno a él con el objetivo de que los bienes no puedan ser utilizados por el ludópata, ya que se pierde el control y es tal el grado de adicción que llegan a perderlo todo”, dijo.
Señaló que hoy día la Secretaría de Salud contempla algunos programas para su detección, “pero aún falta más para considerarlo como problema de salud, problema social, y otros conflictos porque el que apuesta vende sus cosas, las empeña, se implica en actos delictivos como la generación de cheques sin fondo, fraudes y manipulaciones que afectan el tejido social y familiar. A diferencia de otras adicciones, se piensa que ésta no es grave, pero es la que mayor afectación económica genera”.
De acuerdo con información de Pérez, la ludopatía es equitativa en cuanto a género se refiere; sin embargo, en las mujeres se presenta mayormente en el grupo etario de 45 a 55 años.
“Hemos atendido grupos de pacientes compuestos sólo por mujeres de 55 años o más, que ya terminaron su enfoque en los hijos y por diversas razones se encuentran solas, por lo que utilizan el juego como una fuga de su realidad”, concluyó.
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