Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez
Ascensión, Chihuahua— Rosa García, madre de Jacobo Orozco García, acudió con su esposo a pegar pesquisas a Puerto Palomas de Villa, frontera con Columbus, Nuevo México.
El 10 de noviembre de 2014 un comando armado lo privó de la libertad. Aquí desapareció Jacobo cuando trajo a vender pizzas en compañía de dos amigos. 25 días después los dos amigos fueron liberados con vida y localizados deambulando sin rumbo en Casas Grandes.
Desde entonces Rosa y Jacobo no han cejado en la búsqueda de su hijo primogénito. Hace dos años buscaron el apoyo del Centro de Derechos Humanos Pasó del Norte y recientemente decidieron conformar el colectivo Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, al creer que el acompañamiento entre las víctimas hará menos pesada esta interminable búsqueda.
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