Manuel Salcedo
El Diario de Cuauhtémoc
Gómez Farías— A través de una carta, Blas Juan Godínez Ortega, hijo del director del Hospital de Ginecobstetricia privado de su libertad el pasado 8 de noviembre, solicita a la Organización de las Naciones Unidas, condiciones de seguridad para los médicos en esta parte del estado, situación que mantiene sin servicio de salud a los habitantes de Gómez Farías y al cual se pide se apliquen los protocolos de seguridad propios de una zona de guerra.
En entrevista para El Diario, Blas Juan Godínez Jr., mencionó que las personas de Gómez Farías, han tenido que atender con médicos particulares, las necesidades de atención a la salud, o bien, han viajado a ciudades como Cuauhtémoc o Chihuahua, a pesar del temor de transitar por la región y verse atacados por los grupos armados.
En el documento que se entrega a la ONU, se cita como ante la falta de contacto de los secuestradores con la familia, se fortalece la hipótesis de que se encuentre atendiendo a miembros de un grupo armado que resulte herido, agregando las acciones “inefectivas” que el Gobierno del Estado ha desarrollado para la localización de Blas Juan Godínez Loya.
Asimismo, señaló algunos protocolos internacionales que en caso de guerra se tienen para con el personal que atiende a la salud de las personas en situación de conflicto, varios de ello no se están cumpliendo, situación que motivó a la emisión de dicha carta.
Se apela al “Derecho Internacional Humanitario” al que cualquier persona, en situación de riesgo debe recibir, con el respeto de las dos partes en conflicto, señalando que ambas partes bloquean dicho acceso a la atención médica y que son los prestadores de servicios de salud parte de los afectados, ya que no se distingue (conforme lo marca la convención de Ginebra) a quienes prestan una atención a la salud y a quienes están involucrados en el conflicto.
Según se establece en la Convención de Ginebra en 1949, así como en los Protocolos Adicionales de 1977 y 2005, el transporte de misiones médicas debe estar debidamente identificado y se debe respetar por ambas partes involucradas en conflicto, la prestación del servicio médico, así como el respeto (incluso flanqueando su paso) de ambas partes a las personas heridas y a quienes prestan el servicio.
Según lo señala el punto número 4 de la Resolución 2286 aprobada en 2016 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se cita “Insta encarecidamente a los Estados y a todas las partes en los conflictos armados a que elaboren medidas eficaces para prevenir y combatir los actos de violencia, ataques y amenazas contra el personal sanitario y el personal humanitario dedicado exclusivamente a misiones médicas, sus medios de transporte y equipo, los hospitales y otros establecimientos sanitarios, en situaciones de conflicto armado..” cuestión que mencionó, no se está aplicando, como no se están respetando varios protocolos señalados en una zona de conflicto
Para este martes, se esperaba la visita del Secretario de Salud en el estado, sin embargo, al momento, es la propia Fiscalía General del Estado la que ha prohibido esta visita, “por cuestiones de seguridad para el secretario” según lo mencionó el propio Godínez Ortega.
Asimismo, a través de esta carta que es respaldada por agrupaciones internacionales como “Médicos Sin Fronteras” entre otras, se da un tratamiento de zona de guerra a Gómez Farías y su región y se pide a la ONU, se haga lo conducente para garantizar, las condiciones de atención médica para los prestadores de este servicio.
Así, con una comunidad médica que no es enviada a la zona por temor de que se repitan más privaciones de la libertad, el médico Blas Juan Godínez Ortega demanda que sea la propia ONU quien tome cartas en el asunto, en torno a la privación de la libertad de un médico, que en medio de un conflicto armado, que por atender a la salud del grupo que se lo llevó, sigue sin dar visos de vida.