Itzel Ramírez/
El Diario de Juárez
La propuesta de reforma electoral contempla medir con dos varas diferentes a quienes busquen la reelección para un cargo de elección popular.
El predictamen de la reforma indica que a los diputados y regidores se les permitirá conservar su encargo y hacer campaña para buscar su reelección, mientras que los alcaldes y síndicos deberán separarse de su cargo un día antes del inicio de las campañas.
De aprobarse el predictamen en los términos actuales, los diputados locales que busquen reelegirse podrán realizar campaña prácticamente sin restricciones.
“Los candidatos al cargo de diputado y de regidor por la vía de la reelección que no solicitaren licencia, podrán hacer actos propios de su campaña en días hábiles, fuera de los horarios de su actuación en los cuerpos colegiados donde deliberan”, establece el texto, que indica la misma disposición para los regidores.
En cambio, a los presidentes municipales y síndicos se les obliga a renunciar cuando menos un día antes al inicio de la campaña.
La justificación esgrimida es que los alcaldes y síndicos tienen acceso a recursos públicos que podrían significar inequidad en la contienda frente a los nuevos aspirantes.
“(Alcaldes y síndicos son) servidores públicos con funciones de dirección y atribuciones de mando, además de tener acceso a un presupuesto público y que sus titulares pueden nombrar empleados, ejecutar obra pública, financiar actividades de alta visibilidad, desarrollar vínculos focalizados con los votantes e incluso organizar una maquinaria política sólida”, indica el predictamen.
En cambio, se considera que los legisladores no entran en ese supuesto.
“Se exime de la obligación de separación del cargo, a los puestos de diputados y regidores (…) su cargo público no afecta la equidad en los procesos electorales toda vez que al pertenecer a órganos deliberativos colegiados no pueden, lógicamente de manera singular tomar decisiones que les den ventajas en el marco electoral”, dice el documento.
Incluso, las Comisiones Unidas encargadas de realizar el predictamen, consideraron que de presentar su renuncia los legisladores que busquen la reelección, caerían en un “absurdo” al abandonar su cargo y afectarían el interés popular. El mismo criterio no aplicó para los alcaldes.
“Atendiendo al interés popular de la representación que ostentan al evitar que desestimen sus obligaciones aceptadas al ser electos y no caer en el absurdo de desatender su cargo por intentar permanecer en el mismo por un periodo inmediato posterior”, se dice de los legisladores.