Estado

Exigen un alto a tala ilegal en la Sierra

De la Redacción/
El Diario

2016-05-21

Poner un alto a la tala ilegal y a la impunidad ambiental en la Sierra Tarahumara, además de que se investigue y sancione a los responsables, demandan los sacerdotes, religiosas y religiosos, así como laicos y laicas de la Diócesis de la Tarahumara al presidente Enrique Peña Nieto, al gobernador César Duarte y al que resulte electo el próximo 5 de junio.
En un escrito que hoy hacen público los integrantes de la diócesis serrana, denuncian que la codicia de “unos pocos beneficiados” y la impunidad ambiental, han llevado, además de a la devastación en esa región, a que cada día “la delincuencia organizada se adueñe de predios y aserraderos, y la madera extraída circule amparada con permisos ilegítimos”.
El texto, que este domingo se difunde a nivel nacional por diversos medios, está firmado por los sacerdotes Celestino Villa Ayala, delegado diocesano de la Tarahumara; Javier Campos Morales, vicario de la Comisión de Pastoral; Juan Manuel González Sandoval, vicario de la Zona Norte; Benjamín Romo Martín, vicario de la Zona Sur.
Asimismo, por los presbíteros Enrique Urzúa Romero, vicario de la Zona Centro; Jesús Reyes Muñoz, vicario de la Zona Occidente; Héctor Fernando Martínez, coordinador del Presbiterio; y Gabriel Parga Terrazas, vicario de Pastoral Indígena.
Hoy, más que en todos los años anteriores, exponen en su denuncia, “vemos una explotación irracional del bosque, inconsciente, criminal y seguramente irreversible en gran parte de la Sierra Tarahumara por sus consecuencias en el entorno”.
De manera particular, se refieren a la captación del agua que nutre las cuencas hidrológicas que abastecen gran parte de los estados de Chihuahua, Sinaloa, Sonora y la del río Conchos hacia el Golfo de México.
Además, “se ha acrecentado la explotación del bosque de una manera intensa”, lo cual “vemos constantemente por los caminos de la Sierra: ya se perdió la vergüenza y la discreción al hacer lo ilícito”.
Los representantes de la diócesis serrana manifiestan que ven “con gran dolor que de manera descarada se da la explotación sin ningún control de los recursos forestales, burlando todas las medidas legales que antaño regulaban la tala de pinos para evitar la devastación del bosque, hasta llegar al colmo con los incendios provocados por manos criminales para ocultar su saqueo”.
Esta denuncia, se comenta en el texto, surgió de su última Asamblea Diocesana celebrada en Sisoguichi en días pasados.
A la realidad de devastación ambiental que exponen en su escrito, agregan que el sistema ejidal ofrece escasa protección al territorio ancestral y a los bienes naturales, los bosques, plantas, animales silvestres y agua de los cuales los pueblos tarahumar (rarámuri) y tepehuán (ódame), han vivido.
Señalan que ante esta situación, como diócesis y junto con los pueblos indígenas y mestizos “hemos buscado caminos que generen la sustentabilidad de los bosques”, sin embargo, “al sistema económico global esta opción no le reditúa y sigue imponiendo proyectos extractivos que dañan los ecosistemas”.
Los sacerdotes firmantes mencionan que los pueblos indígenas de la región, “que han aprendido de la historia a no confrontar de forma directa”, responden de manera amable a los embates del gobierno y los empresarios, “cosa que se interpreta como indiferencia y capitalizan para justificar el despojo”.
No obstante, advierten que los pueblos originarios de la Sierra viven y guardan una propuesta mística de la vida: “buscan la armonía en todo, el respeto hacia todos y tienen una relación íntima con la naturaleza”.
De acuerdo con la cosmovisión de los rarámuris, “todo tiene vida consciente: el aguaje siente, el pino sufre, los animales dialogan, las estrellas nos miran y hay seres vivos no visibles para nosotros, que somos tan dados a una comprensión parcial de la vida”.
Los pastores católicos de la diócesis serrana invitan en su texto “a que procuremos por los medios que estén a nuestro alcance a cuidar del bosque de la Sierra Tarahumara, de manera que subsista para las siguientes generaciones, que nos sumemos en construir propuestas para el cuidado responsables de nuestro ecosistema, que es patrimonio común de quienes queremos vivir con sentido y esperanza, porque sabemos que este mundo es un encargo que Dios nos da para cuidar la vida”.
Los firmantes dan a conocer una dirección electrónica para quienes estén interesados en mayor información y/o para expresar su apoyo: cuidemosbosquetarahumara@gmail.com

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