Estado

Rinden honores a Luis H. Álvarez

Patricia Mayorga/
El Diario

2016-05-20

Chihuahua— Cientos de panistas despidieron ayer a su líder moral, Luis H. Álvarez, en la ciudad de Chihuahua, a donde acudió el expresidente Felipe Calderón Hinojosa y otros personajes panistas del ámbito nacional, en el Centro de Convenciones, en la sala de Cabildo del ayuntamiento de la capital y posteriormente en una celebración eucarística.
El cuerpo del primer alcalde de oposición del municipio de Chihuahua fue trasladado de Mausoleo Luz Eterna al Centro de Convenciones, para rendirle un homenaje ante cientos de asistentes.
En seis guardias de honor montadas en el Centro de Convenciones, estuvieron el presidente nacional de Acción Nacional, Ricardo Anaya; el exgobernador Francisco Barrio Terrazas; los legisladores Roberto Gil Zuarth, Gustavo Madero, Silvia González y  otros, así como la expresidenta del DIF nacional, Margarita Zavala, el candidato a la gubernatura de Chihuahua, Javier Corral Jurado; dirigentes estatales y la familia de Luis H. Álvarez.
El féretro fue trasladado al salón de Cabildo, donde el alcalde priista, Javier Garfio Pacheco y el secretario de Gobierno, Mario Trevizo Salazar, lo reconocieron como un demócrata y un líder político que ha trascendido.
En entrevista, el exgobernador Francisco Barrio refirió que el primer alcalde de oposición en el municipio de Chihuahua, luchó por una verdadera democratización integral del país, que prevalezca el Estado de Derecho, la separación de poderes, para que haya libertad de pensamiento y de prensa, factores que fueron apreciados por Luis H. Álvarez.
“Otro legado que dejó es el haber sabido poner el interés del país por encima de intereses de partido, de grupo y muy por arriba de intereses personales. Las decisiones que él tuvo que tomar en muchas ocasiones, de llegar acuerdos, particularmente con el Gobierno del presidente Carlos Salinas cuando don Luis era presidente nacional del PAN, no eran acuerdos fáciles porque había sido un presidente muy cuestionado en cuanto a su origen, la legitimidad de su origen en las elecciones, Manuel Clouthier había sido su adversario y se había denunciado la forma en que Salinas había llegado al poder. Entonces no era fácil entablar esos acuerdos, había muchas desconfianzas. Sin embargo, cuando hubo algunos planteamientos que se consideró que eran para el bien del país, don Luis dio ese paso, se arriesgó a ver quebrantado un capital político propio y del PAN, lo hizo pensando en el país”, indicó.
El expresidente Felipe Calderón, quien sólo estuvo presente en el Mausoleo Luz Eterna, recordó que la primera etapa, Álvarez fue el más grande constructor de la democracia en México. “Vivió los años del autoritarismo como un ciudadano, tratando de producir pantalones de mezclilla cuando era muy joven, fue exitoso. Cuando se animó a enfrentarse al autoritarismo, sufrió todo tipo de represión, de persecución, le reventaron su empresa, le armaron una huelga no justificada, le cayeron auditorías injustificadas. Fue candidato a la presidencia de la República a los 36 años, sufrió la cárcel durante campaña, atentaron contra su vida y aún así levantó votos que el gobierno tapó de manera ilegal”.
En una segunda etapa, refirió, fue el primer alcalde de oposición de la capital de Chihuahua y encabezó una huelga de hambre que marcó el inicio de la transición democrática en México, que dos años rindió fruto. Fue una figura que aglutinó a líderes de oposición y del mismo partido: Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Clouthier, Heberto Castillo, Rosario Barba de Piedra, todos confiaban en él.
En la tercera etapa fue líder de la transición política de México, pero asumió riesgos al dialogar o negociar con el gobierno, “con dignidad y principios para que México tuviera una reforma política”, en un proceso que inició en 1988 y concluyó en 1996.
El presidente nacional del PAN mencionó en su discurso, que don Luis H. Álvarez luchó por la democracia y destacó que el más grande orador que Chihuahua ha dado, junto con Javier Corral y posteriormente llamó a los panistas a votar por Corral, porque es una manera de honrar al líder moral que se les fue.
“La transición democrática en México no se explica sin don Luis H. Álvarez (...) don Luis quería ver a Javier Corral, gobernador de Chihuahua”, dijo.
En una ceremonia privada, en la que sólo estuvo la familia del líder moral panista, cremaron el cuerpo de Luis H. Álvarez.

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