Heriberto Barrientos/
El Diario de Chihuahua
Chihuahua— El Código Civil del Estado de Chihuahua cumplió el pasado 30 de noviembre 42 años de haber sido promulgado, por lo que urge la necesidad de que las normas jurídicas que se originaron deban modificarse y adecuarse a la nueva época.
Así lo expresaron los magistrados del Pleno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), quienes en el anteproyecto del nuevo Código Civil, que entregaron la semana pasada en el Centro de Justicia al gobernador César Duarte, le expresan que cuando fue publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE), el 23 de marzo de 1974, el referido ordenamiento jurídico respondía a las necesidades de los habitantes y sociedad de aquella época.
“Sin embargo han transcurrido más de cuatro décadas, en las cuales la realidad social, científica, tecnológica y económica se han modificado substancialmente”, manifestaron.
A decir de los magistrados, hasta esta fecha el Código Civil vigente contiene normas relativas al derecho de familia, “mismas que ameritan un enfoque especial para nuestra realidad, teniéndose el acierto de creación del proyecto del Código Familiar para nuestro estado”.
Con ello, indicaron, se vislumbra la oportunidad de ajustar las disposiciones contenidas en el Código Civil a efecto de reacomodar el orden de las mismas, modificar términos e incluir novedades con el propósito de adecuar el Código a la realidad actual.
Los integrantes del Pleno precisaron que la comunicación ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, por lo que se hace inminente una adecuación en la forma de crear las normas, interpretar las actuales y diseñar nuevos mecanismos alternos a los reconocidos hasta hoy, para la realización de actos jurídicos investidos de certeza jurídica.
Se hacen modificaciones al contenido del Libro Primero, en el cual se suprime todo lo concerniente al Registro Civil correspondiente a actas, emancipación, matrimonio, reconocimiento de hijos, adopción tutela, legitimación, filiación, divorcio, parentesco, alimentos, violencia familiar, patria potestad, declaración de ausencia y patrimonio familiar, todo lo cual formará parte del contenido del nuevo Código Familiar, expusieron.
En el Libro Segundo se proponen una serie de reformas: cambiar el concepto de “cosa” por el de “bien”, en virtud de que aun cuando el concepto de cosa es considerado por algunos estudiosos del derecho como un concepto clásico, también es cierto que el título correcto es el de “bien” desde el punto de vista jurídico y no económico.
Se hizo también una clasificación de los bienes atendiendo a su naturaleza, a las personas a las que pertenecen y, enseguida, se reglamentaron específicamente.
Incluye la protección a la propiedad de los bienes y manifestaciones propias de la cultura nacional o regional del estado, acorde con la tendencia internacional que al respecto se ha venido desarrollando para establecer, proteger, fortalecer y perdurar la diversidad cultural como una característica esencial de la humanidad, señalaron.
El pasado 19 de abril el gobernador Duarte recibió de manos de los jueces el referido anteproyecto, para su análisis y posterior envío al Congreso del Estado.