Salud Ochoa
El Diario de Chihuahua
Chihuahua- Con un costo que puede rebasar los 2 mil pesos, las piezas elaboradas por artesanos de las montañas de Guerrero, se han convertido en artículos prácticamente de lujo no sólo por el precio sino por la calidad y el detalle con el que están hechos. Florentino Vázquez Rodríguez, tiene 33 años de edad y forma parte de una familia originaria de la montaña de la comunidad de Malacatzingo, municipio de Olinalá, Guerrero, que durante años se ha dedicado a la elaboración y venta de artesanías.
Para ello, dice Florentino, utilizan los guajes o bules de los árboles de guaca que luego convierten en joyeros, dulceros o azucareras brillantes y finamente decoradas gracias a la habilidad de los 8 miembros de la familia que echan mano de tintes naturales, aceite de chía y pinceles con pelo de gato para dibujar sobre la superficie trabajada un sinfín de figuras.
El proceso total, indica, se lleva aproximadamente 20 días desde que cortan el bule, ya que es necesario lijarlo, ponerle un líquido especial para que la polilla no anide en su interior, aplicarle una capa de aceite de chía con una tierra llamada “tecostle” y después pintarlo. Finalmente, con un pedazo de algodón se talla, logrando que emerja el brillo natural de la pieza en cuestión.
Por todo el trabajo que implica su elaboración, estas piezas, dice, “son un poco caras pero la verdad es que hay un proceso muy largo detrás de cada una”.
Por otra parte, dice el entrevistado, se trabaja también con bolas de árbol de Tejoruco, mismas que son utilizadas para crear pequeñas figuras de animales en combinación con madera. “De éstas como son pequeñas sí hacemos unas diez piezas por día y a la gente le gustan mucho, además de que el precio al público es menor”.
Cuestionado respecto al trabajo de los artesanos chihuahuenses Florentino asegura que “me gustan mucho las artesanías que hacen acá, son muy finas y muy bonitas”.