Estado

Les dan 37 años por matar a padres adoptivos de adolescente

El Diario de Chihuahua

2015-07-28

Chihuahua- Dos sujetos fueron condenados a 37 años de prisión por el delito de homicidio calificado y agravado en prejuicio de una pareja, María Albertina Enríquez Ortegón y Efrén López Tarango, a quienes asesinaron y calcinaron.

Se trata de José Alberto Grajeda Batista y Mauricio Alexis Domínguez Zamarrón, quienes fueron detenidos con la menor de edad Ana Carolina, horas después de que fueron localizados los cuerpos calcinados de la pareja con reporte de desaparición en un terreno a unos metros de un Centro Recreativo ubicado al sur de la ciudad.

Sin embargo, la Fiscalía no comparte el criterio aplicado para definir la sanción por lo que a través del Departamento Jurídico se interpondrá un recurso de casación, por considerar que por el homicidio calificado de la mujer corresponde una pena de 30 de cárcel y 20 años más por el homicidio calificado del varón, la sentencia mínima debió ser de 50 años de prisión.

Fue la menor de edad quien planeó la muerte de sus padres adoptivos, y que José Alberto Grajeda Batista y Mauricio Alexis Domínguez Zamarrón materializaron el crimen del matrimonio en el interior del domicilio ubicado en la calle 25 y Bustamante número 2505 de la colonia Altavista.

Previo a conocerse la muerte de las víctimas, familiares los habían reportado como desaparecidos, iniciaron las indagatorias y al entrevistar a la adolescente de nombre Ana Carolina, de 17 años, cayó en contradicciones al igual que su novio José Alberto, el cual narró a las autoridades, que ellos los asesinaron en complicidad con un amigo de nombre Mauricio Alexis.

El crimen lo cometieron el 3 de mayo del 2013, Ana Carolina ingresó a sus cómplices al interior del domicilio y se dirigieron a la cocina donde estrangularon con un cable a María Albertina Enríquez Ortegón y esperaron hasta que llegara el esposo al que también asfixiaron, luego a ambos cuerpos les inyectaron cloro con insecticida en la yugular, para cerciorarse que estuvieran muertos.

Posteriormente trataron de borrar las evidencias, metieron los cuerpos en bolsas de plástico y ya en la madrugada del sábado 4 de mayo, los subieron a una camioneta Fiat color blanco propiedad de las víctimas, compraron gasolina y los llevaron hasta el lugar donde los rociaros con combustible y les prendieron fuego hasta calcinarlos.

Ana Carolina, fue juzgada conforme a las leyes de adolescentes infractores y sentenciada a 14 años y medio de reclusión en un Centro de Reinserción Social especializado para menores de edad.

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