Luis Fernando González
El Diario
Camargo— En medio de estrictas medidas de seguridad se realizaron los servicios funerarios de Luis Alonso Lara Corral, piloto del helicóptero derribado en días pasados con 17 elementos a bordo.
Militares vestidos de civil flanqueaban en alerta todos los puntos alrededor del antiguo templo ubicado en el centro histórico de Camargo. La misa de cuerpo presente se celebró ayer a las 15:00 horas en el templo Parroquial de Santa Rosalía y los restos fueron llevados al panteón municipal de Camargo para ser sepultados.
La ceremonia fue encabezada por el sacerdote Jesuita Fernando Álvarez, originario de la ciudad, pero radicado en Denver Colorado; ingresaron de nueva cuenta únicamente los familiares y amigos más cercanos que ocuparon la mitad de la iglesia.
Una hora después el cortejo enfiló al Panteón Municipal ubicado a la salida sur de la ciudad en donde con el mismo hermetismo concluyó la despedida a Lara Corral abatido hace exactamente una semana en territorio del Estado de Jalisco cuando tripulaba un helicóptero con 17 elementos a bordo.
Tras el disparo con un lanzacohetes destrozaron el rotor de cola de la moderna nave de guerra de fabricación francesa, y que según datos filtrados durante la semana, tenía un valor de 27 millones 500 mil euros.
El féretro sellado en color café, parcialmente cubierto con una bandera mexicana y una fotografía del oficial colocada a un costado en un caballete, fueron trasladados de la capilla ardiente de la funeraria Perches al templo de Santa Rosalía.
En secuencia, el cortejo partió a la última morada del oficial de la fuerza aérea en el cementerio de Camargo.