Natalia Piña
El Diario
Cincuenta y cuatro lo intentaron y sólo 18 lograron quedar dentro de la cuarta edición ‘Master Chef México 2018’, el programa culinario que en esta temporada lleva una doble porción de sazón chihuahuense.
Se trata de la originaria del municipio de Guachochi Ana Cely Palma, de 36 años, y de la oriunda de Chihuahua Yanin Campos, de 31 años, dos cocineras que ahora compiten para llegar a la gran final y por dar a conocer la gastronomía del estado ante México y ante los chefs y jueces Benito Molina, Adrián Herrera y Betty Vázquez.
Portando con orgullo su traje rarámuri Ana Cely avanzó a la siguiente etapa del concurso después de cocinar un corte de carne tomahawk (un estilo de corte americano con una chuleta gruesa y un hueso alargado que le da el aspecto de una hacha de la que toma su nombre) según sus conocimientos y aficiones culinarias.
“No voy a dejarme caer, voy a estar en MasterChef”, dijo Palma al momento de su presentación, en su lengua natal.
Aunque han participado varios indígenas, Palma es la primera rarámuri, en la edición para adultos del concurso. Ya en la edición para niños lo hizo María, quien llegó a las últimas etapas del show.
Defensora de costumbres
Palma Loya no sólo es célebre por participar en ‘MasterChef México’, sino por ser una defensora de las costumbres y tradiciones de los indígenas rarámuris. “Es una luchadora social que ahora viene a enaltecer su cultura con nosotros”, dice Esquivel al periódico español El País. Es nieta de Erasmo Palma Fernández, un violinista y compositor rarámuri que se encargó de difundir la música originaria de su pueblo. Ana Cely se presentó con él como parte del coro Rakú Wikaráame en una visita que hicieron a la Ciudad de México hace dos décadas.
Además, Palma Loya es autora del ensayo ‘Mirada Interior’, el cual fue publicado con apoyos del Instituto Nacional de Bellas Artes, y en donde aborda varios géneros literarios desde la perspectiva rarámuri. “Para el rarámuri la belleza está dada en la naturaleza y no busca modificarla sino integrarse a ella y respetarla. Por lo tanto, el primer elemento perceptivo que se puede fijar es una definición de literatura desde la cultura rarámuri, desde nuestras construcciones simbólicas”, detalla en el texto.
Cocina desde los 6 años
Con tan sólo seis años de edad, la apasionada de la cocina y enfermera y diseñadora gráfica de profesión, Yanin Campos, comenzó a aprender del arte culinario junto a su abuelita materna, luego, para alimentar a sus tres hermanitos, continuó desarrollándose en esta disciplina.
“Yo siempre veía MasterChef, soy muy fanática del programa. Por eso es que cuando me entere del casting en Chihuahua, y como no había podido asistir el año anterior al de Ciudad Juárez, decidí ir al de este año”, explica, vía telefónica, a El Diario de Juárez.
Para su audición ella preparó un salmón a las finas hierbas sobre un espejo de mango habanero con arroz y espinacas, en febrero. Luego, un par de meses después, recibió la noticia de haber sido elegida para contender por uno de los 18 lugares en el programa.
“La verdad es que no lo podía creer porque yo fui al casting por fanática, como a vivir la experiencia del casting; entonces, el hecho de que me hablaran me causo mucha sorpresa y si me emocioné mucho”, expresa.
Con una admiración particular por el chef Benito Molina, sin demeritar la trayectoria de los demás jueces, ella asegura que no sólo representará a Chihuahua con sus platillos, sino afrontando todos los retos sin miedo alguno, porque para ella una de las características más destacables de los chihuahuenses es que “somos muy aventados”.
En lo que respecta al trato con su paisana Ana Cely, Yanin comparte que no ha tenido la oportunidad de convivir mucho con ella, pero que a raíz del poco tiempo que han tenido para conversar, sabe que es una excelente persona y que se llevarán muy bien a lo largo de los episodios.