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Su familia la trae de cabeza

Agencias

2018-10-10



Madrid— Son días agridulces para Meghan Markle. Si su familia política, por lo que se ve, la ha acogido con los brazos abiertos y en Reino Unido es querida y alabada, es su parentela directa la que le trae quebraderos de cabeza.
Tras las muchas entrevistas que ha concedido su padre, es ahora su hermana quien ocupa titulares.
Samantha Markle se plantó en la puerta del Palacio de Kensington, la residencia de Meghan y Enrique de Inglaterra. Su intención era entregarle, supuestamente en mano, una carta a su medio hermana.
Sin embargo, la seguridad de palacio no la dejó atravesar las puertas del mismo y tuvo que dársela a un guardia.
La visita tuvo lugar la pasada semana, aunque trascendió ahora por unas fotos publicadas por el tabloide británico The Mirror.
De hecho, la propia Samantha Markle, de 53 años, ha querido seguir alimentando la polémica y escribió un tuit enlazando a la información y con la frase “Todos ansían saber lo que hay en esa carta” seguida de varios emoticonos de risas y corazones.
El pasado primero de octubre, Samantha concedió una entrevista en la que aseguraba que toda su intención era “tener posibilidad de hablar” con su hermana y que ella supiera que estaba allí.
“Pero no creo que ocurra”, afirmó.
Meghan, de 37 años, y Samantha, de 53, son hijas del mismo padre, Thomas Markle, pero no de la misma madre, puesto que la Duquesa es hija de Doria Ragland, la segunda esposa de Thomas, y su hermana mayor es fruto de su primer matrimonio con Roslyn Loveless, con quien estuvo casado entre 1964 y 1975.
De ese matrimonio también es fruto Thomas Markle Jr. que, aunque por el momento no se ha plantado en las puertas del palacio, tampoco ha dudado en criticar a su hermana.
A ese medio hermano de la duquesa, de 51 años, tampoco le faltó su momento de gloria: un par de semanas antes de la gran boda de Meghan y Enrique, Thomas le mandó una carta al príncipe para advertirle de que el enlace era “un gran error”.
“Es muy evidente que su pequeña fama de Hollywood se le ha subido a la cabeza, convirtiéndola en una mujer hastiada, superficial y vanidosa que hará una broma de usted y de la herencia de la familia real”, escribió entonces Thomas Jr.
Es el padre de Meghan el más prolífico a la hora de lanzar críticas y dardos contra su hija pequeña.
A mediados de julio habló con The Sun y aseguró que notaba a su hija “muy estirada” y “aterrorizada”. “Lo veo en sus ojos, lo veo en su cara y lo veo en su sonrisa. He visto su sonrisa durante años. Conozco esa sonrisa. No me gusta la sonrisa que estoy viendo ahora”, comentó en una entrevista que dio la vuelta al mundo.
Apenas habían pasado dos semanas cuando aseguró desde su retiro en México, esta vez al Daily Mail, que había intentado ponerse en contacto con su hija por su cumpleaños (el 4 de agosto Meghan cumplió los 37) y que ya no le tomaba el teléfono.
Desde entonces, Thomas Markle no ha vuelto a abrir la boca sobre su mediática hija. Tampoco su hijo, Thomas Jr. este ha sido el turno de Samantha Markle. La familia nunca se había acercado tanto, literalmente, hasta las puertas del fortín de Meghan. Y, aunque ahora hayan perdido la batalla, seguro que van a seguir dando que hablar en esta guerra.
 

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