Paula Ruiz/Agencia Reforma
2016-09-04
Monterrey— Abatidos por el dolor tras la repentina muerte de Juan Gabriel, sus músicos, coristas y el mariachi que acompañó al cantante en su último concierto en el Forum de Inglewood, California, le rindieron un homenaje horas después de su fallecimiento.
Desde un hotel en El Paso, Texas, donde su staff y músicos esperaban al cantautor para su cita esa noche, el domingo 28 de agosto. Pero Juanga nunca llegó.
Ese día, a las 11:30 horas (tiempo de Los Angeles) Alberto Aguilera Valadez murió en un departamento de Santa Mónica a causa de un infarto.
"El domingo nosotros hicimos un show privado", dice Óscar González, ingeniero encargado de los monitores de Juan Gabriel.
"Fue muy duro (correr el show sin el artista presente). Memo, el director del mariachi, se levantó y nos dijo 'tenemos un show jóvenes a las 7 de la noche', que era la hora que iba a ser el concierto en El Paso".
Normalmente, explicó ‘Welito’, como llaman sus amigos al ingeniero quien es regio, el artista programaba sus shows los viernes y los domingos, porque los sábados los utilizaban para trasladarse de una ciudad a otra.
"Nos cambiamos (de vestuario) y tuvimos ese show (en un salón del hotel) para recordarlo, honrarlo. No tengo idea cuánto tiempo estuvimos ahí, no se corrió el show completo, se corrieron las canciones más significativas, fue algo improvisado", recordó el ingeniero de sonido, quien desde hace tres años trabajaba con ‘El Divo de Juárez’.