Agencia Reforma
2016-02-12
Ciudad de México— Si algo le cuesta trabajo a Adele, es dar un concierto.
Y es que, aún con todos sus años de experiencia y más de 15 millones de copias vendidas en todo el mundo de su disco 25, la cantante se sigue poniendo nerviosa a la hora de subir a un escenario.
“Sólo salgo de gira por los fans, pues quiero conocer a las personas que cambiaron mi vida. Fuera de eso, no hay otra razón para que yo haga un tour.
“Siempre estoy nerviosa y preocupándome si seré lo suficientemente buena. Esa adrenalina que siento, es agotadora”, reconoció la cantante en una entrevista para la edición de marzo de la revista Vogue de EU.
Sin embargo, en su esfuerzo por obtener una condición óptima para presentarse en todo el mundo, Adele terminó adquiriendo una peligrosa adicción, ¡a las compras!
“Estaba tratando de agarrar fuerza para mi gira, así que perdí peso. Ahora puedo ponerme ropa normal y comprar en cualquier tienda. Esto es un gran problema, porque me convertí en una adicta a las compras.
“Pero estoy muy contenta conmigo misma. Me siento cómoda en mi propia piel. Me encanta cómo luzco y quien soy”, señaló, orgullosa.
En la entrevista, la cual se acompaña por una sesión de fotos realizada por Annie Leibovitz, Adele habla por primera vez de su labor como madre del pequeño Angelo, quien nació el 19 de octubre de 2012.