Espectaculos

‘Sí soy adicto, pero al trabajo’

Agencias

2016-02-11

Distrito Federal– Se podría decir que la euforia por las narcoseries absorbió a Rafael Amaya. Su papel de Aurelio Casillas se ha convertido en uno de los más amados por el público. Los ratings no mienten, ‘El Señor de los Cielos’ es para Telemundo la segunda serie con más espectadores alcanzando los 3.6 millones en el final de su primera temporada, tan sólo por detrás de ‘La Reina del Sur’ (2011), protagonizada por Kate del Castillo, cuyo último episodio captó a más de 4 millones de personas.

De la mano de la serie, el personaje ha causado furor. La gente se acerca a saludar a Rafael con un “¡arre!” (frase característica de su personaje), en vez de “hola” y en el norte del país crece el interés por vestirse como el temido Aurelio.
Rafael asegura que el interpretar a un narcotraficante le cambió la vida tras picar piedra en el mundo artístico durante 16 años.
Para Amaya, las narcoseries son una cuestión de retratar una realidad: “Contamos una historia que tiene que ver mucho con lo que pasa en México. El país está sangrando por temas relacionados con el narcotráfico. Me da mucha tristeza y coraje pero yo soy actor, no soy político. La única herramienta que tengo es esta pequeña plataforma para decirle al mundo entero qué está pasando (...) Yo me dedico a contar historias de ficción y a entretener a la gente”.
Y referente a la noticia sobre la entrevista entre Kate del Castillo y Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán con el objetivo de hacer una película, el actor dijo que al principio no lo creyó.
“No tengo idea cómo podría reaccionar yo (si lo contactara un capo real). Desconozco cuáles hayan sido las circunstancias, tendría que vivirlo en su momento, no te puedo decir que sí lo haría o que no lo haría, pero ya escuchar su voz, no sé, a lo mejor me desmayo, o me hago pipí”, dijo un tanto nervioso.

¿Alguna vez ha intentado contactarte alguien que creas que pertenece al narcotráfico?
— No, no me ha pasado. No he tenido llamadas, ni mensajes raros ni nada. Yo creo que el público que ve la serie es muy inteligente y entiende que es ficción y que soy un actor, que no soy lo que es el personaje.

Lejos de los excesos
Amaya echa a un lado los rumores que aseguraban que debido a su problema de adicción no había podido terminar de grabar la cuarta temporada de la serie, además de que no le habrían ofrecido un contrato para la quinta. “Sí soy adicto pero al trabajo, y eso me llevó a excederme. Después de 11 meses de trabajo sin descanso tu cuerpo dice ‘ya estuvo bueno’”.
Además hace una confesión: “Mira, mi papá durante 60 años de su vida fue alcohólico. Hace cinco años le dio un ataque al corazón y a partir de ahí dejó de beber, entonces yo le tengo mucho respeto a los excesos. Claro, me encanta tomarme una copa de vino con un buen filete.

¿Consumes drogas?
— No.

¿En algún momento de tu vida has consumido drogas?
— No, no, no. Soy muy respetuoso con esas cosas, se podría decir que hasta miedoso, sobre todo por lo que viví en mi casa. Después de haber visto a mi papá en la plancha, con su corazón abierto, luchando por vivir, entiendes que la vida es muy frágil.

Se ha dicho que tu supuesto consumo de drogas se dio a partir de la ruptura de tu compromiso con Angélica Celaya, ¿Es verdad?
— Yo hoy a Angélica la quiero mucho pero de diferente forma. Fue una mujer que amé mucho, que respeto mucho. Es una mujer inteligente de la que cualquier hombre se podría enamorar. Pero decidimos tomar rumbos distintos.

¿Tuviste un ataque de ansiedad? ¿Por qué se dice que terminaste en el hospital?
— Pues mira me empecé a sentir débil, se me empezaron a bajar las defensas y el reporte médico dijo que era desgaste, que necesitaba descanso y tomarme unas vacaciones.

Este año pinta grande para Rafael, quien además de su línea de ropa, Rafael Amaya Western Style, adelanta que tendrá muchas sorpresas. “Terminamos de grabar la cuarta temporada de ‘El Señor de los Cielos’; ya hay una quinta confirmada y la empezamos en enero de 2017”, dice.
“Ustedes me conocen, esto es lo que soy y no es lo que los demás están diciendo de mí. La verdad está en mi boca, no en la de los demás”.

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