Agencia Reforma
2015-07-30
Distrito Federal— Woody Allen, de 79 años, considera que el romance que desde hace 23 mantiene con su antes hija adoptiva Soon-Yi Previn funciona gracias a esa relación previa: la de figura paterna.
El cineasta afirmó, en entrevista con el portal NPR, que Previn, de 44, lo veía como padre, protector y maestro.
“Yo era paternal. Ella le respondió a quien vio paternal”, indicó Allen, padre de dos hijas con Previn. “Soy 35 años mayor (que ella) y, de algún modo, no por culpa mía o suya, la dinámica funcionó.
“Amé su juventud y energía. Ella confió en mí y yo estaba feliz de darle un enorme poder de decisión, como un don, y dejarla a cargo de muchas cosas. Ella floreció. Fue sólo algo de buena suerte, y yo soy un gran creyente de la suerte”.
Previn, en realidad, fue adoptada a fines de los 70 por Mia Farrow, con quien Allen vivió una relación entre 1980 y 1992. Farrow estuvo casada previamente con el compositor André Previn y tuvieron varios hijos biológicos y adoptivos.
Ese último año se destapó el romance entre Allen (entonces unido a Farrow) y Previn, quien tenía una idea muy distinta de la que comparte el director de Annie Hall.
“Pensar que Woody fue en alguna manera un padre o padrastro me suena ridículo”, declaró Previn a Time en 1992.
Farrow rompió todo trato con Previn y acusó a Allen de haber abusado sexualmente de otra hija adoptada, Dylan, quien tenía 7 años en 1992. El artista siempre negó tales hechos.
Allen, quien rechaza la idea de “trabajar” una relación antes de dar un paso decisivo, cree que todo salió como en el mejor guión posible.
“Empecé la relación con ella y pensé que sería una simple aventura. No sería grave, pero tendría su razón de ser. Y nunca pensé que fuese a ser algo más.
“Entonces empezamos a salir, a vivir juntos, y estábamos disfrutándolo. Y la diferencia de edad no parecía importar, sino que trabajaba en nuestro favor”, precisó sobre su mujer, con quien se casó en 1997.