Reforma
2018-12-11
Londres- Los inversionistas tenían la esperanza de que Andrés Manuel López Obrador adoptara una línea más moderada una vez en la presidencia, pero esa perspectiva se ha debilitado luego de una serie de políticas que pusieron en duda la seriedad del clima de inversión de México, señaló el Financial Times (FT).
A medida que los administradores de fondos deciden dónde colocar el dinero en 2019, el primer Presupuesto del nuevo Gobierno que se presentará este mes generará un escrutinio severo, añadió el diario.
Subrayó que las decisiones que ha tomado en las últimas semanas el Mandatario aumentaron el costo del capital en un momento en que López Obrador necesita financiamiento del exterior para cumplir con las promesas de campaña que le hicieron ganar la Presidencia.
"La confianza definitivamente ha cambiado en México", dijo Cathy Hepworth, codirectora de Deuda de Mercados Emergentes de PGIM Fixed Income, citada por el FT.
"Nuestro caso base es que las cosas probablemente empeorarán".
El periodo previo a la presentación del Presupuesto ha estado marcado por un enfrentamiento entre la nueva Administración federal y los inversionistas que tienen bonos por un valor de 6 mil millones de dólares para financiar lo que iba a ser el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Los tenedores de más de mil millones de dólares de los bonos rechazaron la oferta del Gobierno para recomprar una parte de la deuda.
"El riesgo definitivamente ha aumentado porque se suponía que era una historia de crecimiento, y los bonos originalmente estaban respaldados por muchas más garantías", mencionó Luis Yance, inversionista de Compass Group y asesor de Investec Asset Management, que mantiene sus bonos pero no se ha unido al grupo de tenedores que rechazan su oferta.
El FT destacó también que los inversionistas están reacios a la decisión de López Obrador de cancelar las rondas petroleras, pese a la intención de impulsar la producción petrolera con una inyección de capital de 4 mil millones de dólares en Pemex, así como construir una refinería.
El Presidente también ha prometido una serie de reformas sociales, como aumentar las pensiones para los ancianos, otorgar subvenciones educativas a los jóvenes y aumentar los subsidios a los agricultores, todo ello sin subir la deuda nacional ni aumentar los impuestos.
"Las intenciones son excelentes, y es por estas políticas que ganó", indicó al FT Federico Kaune, jefe de Deuda de Mercados Emergentes de UBS Asset Management.
"Pero es difícil ver cómo su Gobierno podrá financiar todo lo prometido, así como realizar consultas públicas futuras sin generar un gran deterioro del Presupuesto".
Todo esto, advirtió Kaune, agudiza el enfoque en su Presupuesto para 2019, ya que renunciar a la disciplina fiscal generará más incertidumbre en los activos mexicanos.