Economia

Desatan crisis en OMC aranceles de Trump

The New York Times

2018-08-13

Washington— Los extensos aranceles implementados por el presidente Trump han frustrado a aliados, legisladores y empresas alrededor del planeta. Pero tal vez su impacto más prolongado afecte a la Organización Mundial de Comercio.
El grupo ha quedado en la incómoda —y potencialmente nociva— posición de ser el principal juez de arbitraje en la intensa lucha entre sus miembros más poderosos.
En el meollo del debate se encuentra si es válido el argumento de Estados Unidos de que los amplios aranceles sobre el acero y el aluminio que está imponiendo resultan necesarios o si sólo constituyen un ardid destinado a proteger de la competencia mundial a los fabricantes estadounidenses de metal. Aliados como Canadá, México y la Unión Europea han impugnado ante la OMC los aranceles de Trump, sosteniendo que sus metales no representan peligro alguno para la seguridad nacional de Estados Unidos. Los aliados han contratacado mediante sus propios aranceles en represalia, instando al gobierno de Trump a presentar sus propias quejas contra dichos países en la OMC.
Ahora, el grupo global comercial se encuentra en la difícil posición de tener que emitir un fallo que podría causar problemas sea cual sea.
“Esto está generando una presión tremenda en el sistema”, dijo Jennifer Hillman, profesora en el Centro Georgetown de Derecho. “Hay quienes incluso dicen que en términos prácticos Estados Unidos ya se retiró de la OMC al adoptar los aranceles unilaterales que hemos visto”.
Cualquier decisión podría resultar en detrimento de la Organización Mundial de Comercio, misma que Estados Unidos contribuyó a establecer en 1995 como foro para resolver disputas comerciales y fijar reglamentos dirigidos a mantener el libre flujo del comercio alrededor del planeta. Un veredicto contra la administración Trump podría provocar que Estados Unidos abandonara por completo la OMC. Pero dar la razón al alegato sobre seguridad nacional de dicho país también podría reducir considerablemente la autoridad de la organización y motivar a otras naciones a empezar a mencionar sus propios intereses de seguridad nacional a fin de ignorar las reglas inconvenientes en temas como la propiedad intelectual, los estándares relativos al medio ambiente o los subsidios agrícolas.
No cabe duda de que la ambivalente actitud de Estados Unidos hacia el grupo ha generado confusión, encontrándose la OMC a punto de sufrir una crisis existencial y sin ofrecer Estados Unidos muchas pistas en torno a dónde pudiera conducir su liderazgo.
“Cuando les preguntamos cuál es su plan, responden que no saben”, dijo Pascal Lamy, presidente emérito de la organización investigadora Instituto Jacques Delors y director general de la Organización Mundial de Comercio del 2005 al 2013. Lamy señaló que las intenciones de Trump eran “cimbrar el sistema, y luego veremos”. Eso, agregó, fue “la única explicación que dieron”.

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