Economia

Inteligencia artificial llega ‘recargada’ a Silicon Valley

The New York Times

2016-07-22

Sunnyvale— La nueva era de la inteligencia artificial de Sillicon Valley (Valle del Silicón) deja de manifiesto la habilidad que tiene esta región para reinventarse oportunamente a sí misma y seguir rápidamente la tendencia tecnológica más reciente.
“Éste es el centro de la cultura de esta región que está regresando a la ‘Fiebre del Oro’”, comentó Paul Saffo, quien desde hace tiempo ha realizado pronósticos sobre la tecnología y es catedrático de la Universidad Singularity. “El ‘Valle’ se basa en la idea de que siempre hay una manera de volver a empezar y encontrar nuevas cosas”.
El cambio ha acicateado la carrera para conseguir talento especializado.
“Es ridículo”, comentó Richard Socher, científico en jefe de Salesforce, elaboradora de software, quien imparte un curso en Stanford sobre la técnica de las máquinas inteligentes conocida como ‘aprendizaje profundo’. “Es una locura el número de personas que están tratando que los estudiantes abandonen la clase a la mitad del curso porque saben un poquito de esto”.

La búsqueda por reinventarse
La tendencia del Valle hacia la reinvención al estilo Zelig data del primer resurgimiento de las cenizas que tuvo esta región después de una profunda recesión de la industria aeroespacial, convirtiéndose en un centro de manufactura de electrónica para el consumidor que producía chips para la memoria, videojuegos y relojes digitales a mediados de los años 1970.
Un problema generalizado que hubo en el mercado de la computación personal a principios de los años 1990 fue seguido de la Web Mundial y la expansión global del Internet para los consumidores.
Una década después, en el 2007, justo cuando la innovación de los teléfonos móviles parecía estar a punto de mudarse del Valle del Silicón a Europa y Asia, Apple presentó su primer iPhone, reiniciando el mercado de las comunicaciones móviles  y asegurando que el Valle pudiera –por lo menos por otra generación– seguir siendo el centro de la innovación mundial.

Se originó en Canadá
En el cambio más reciente, la idea de la inteligencia artificial surgió primero en Canadá con el trabajo de científicos cognitivos y de computación como Geoffrey Hinton, Yoshua Bengio y Yann LeCun durante la década anterior.
Los tres lograron ser los pioneros de un nuevo enfoque para profundizar el aprendizaje, un método de aprendizaje con una máquina que es altamente efectiva para los desafíos que presenta el patrón de reconocimiento, como la visión y el habla.
Elaborado en base al entendimiento general sobre la manera en que funciona el cerebro humano, ha ayudado a los tecnólogos a realizar un rápido progreso en un amplio rango de campos de inteligencia artificial.

¿Tiene futuro?
Qué tan lejos llegará el “boom” de esta ciencia es algo muy debatido.  Para algunos tecnólogos, los avances técnicos actuales están haciendo el trabajo preliminar de unas máquinas verdaderamente brillantes que pronto tendrán una inteligencia a nivel humano.
Aunque anteriormente el Valle del Silicón tuvo falsos inicios en este renglón. Durante los años 1980, una generación anterior de empresarios también creía que la inteligencia artificial era la ola del futuro, generando una serie de nuevas empresas.
En ese momento, sus productos ofrecieron poco valor empresarial, y el entusiasmo comercial terminó en decepción, dando lugar a un período que ahora se le llama “El Invierno de la Inteligencia Artificial”.
El actual surgimiento no quedará corto en esta ocasión, comentaron varios inversionistas que creen que es muy sólido el potencial económico en términos de nueva eficiencia y nuevas aplicaciones.
“No hay probabilidades de que haya un nuevo invierno”, aseguró Shivon Zilis, un inversionista de Bloomberg Beta, quien se especializa en nuevas empresas de máquinas inteligentes.
John Shoch, un veterano capitalista de Alloy Ventures en Palo Alto, California, comentó que el profundo aprendizaje ha hecho la diferencia en el potencial éxito de las empresas de inteligencia artificial.
“Uno obtiene una nueva serie de herramientas que le permiten atacar un nuevo grupo de problemas, y le permiten traspasar los límites”, dijo.
Para otros, como Jerry Kaplan, quien ayudó a fundar dos empresas de inteligencia artificial en los años 1980 –Symantec, que se convirtió en una empresa de seguridad y Teknowledge, que finalmente cerró– el nuevo entusiasmo del Valle está tambaleándose porque sugiere un optimismo infundado similar a otras eras en las que el campo se excedió en promesas y no redituó lo suficiente.
“En algunas ocasiones cuando me reúno con los entusiastas de la inteligencia artificial aquí en el Valle, me siento como un ateo en una convención evangélica”, comentó.

X