El Diario de Chihuahua
2015-12-30Chihuahua— Los rituales para despedir el año viejo y recibir el nuevo, sin importar su origen, están presentes para los chihuahuenses. Usar calzones rojos, blancos o amarillos según sea el propósito de cada quien, es una de las costumbres más recurridas que incrementa la venta de lencería en los comercios locales.
Usar ropa interior roja o amarilla, es un ritual importado de China, Taiwán, Corea y Vietnam, donde se cree que las prendas de ropa interior de estos colores contribuyen a la atracción de las buenas energías o buena suerte.
En las revistas Muy Interesante y Muy Historia, publican que en occidente se acostumbra usar ropa interior amarilla la noche de fin de año para asegurar felicidad y buenos momentos, con la variable de que es mejor usarla al revés y cambiarla al derecho después de medianoche, pero debe ser ropa regalada para que el ritual surta efecto.
Usar calzón rojo se remonta a la Edad Media, pues el color se relacionaba con un símbolo de vida que traía buena suerte, en el momento que el sol empezaba su nacimiento dando señales de vida, optaron por llevar ropa interior roja que no estuviese a la vista porque para la clase media o baja era un color prohibido.
Otras versiones de la costumbre en México, revelan que usar calzón rojo es con el objetivo de atraer el amor, el amarillo para la energía de la abundancia, el verde para la buena salud, el negro para atraer el sexo, en tanto que los blancos serían los indicados para tener tranquilidad y la buena suerte para comenzar cosas nuevas.
Las 12 uvas, una de las más antiguas y exitosas estragegias comerciales
El ritual de las doce uvas que se usa para pedir un deseo por cada mes del año, comiendo una al ritmo de las doce campanadas del reloj, es una estrategia comercial de las más antiguas que logró extenderse al mundo con éxito, según lo divulgan las revistas Muy Interesante y CNN.
Las doce uvas "de la suerte" tienen su origen en Alicante, España, cuando en 1909 los viticultores tuvieron un excedente en sus cosechas y en busca de una estrategia comercial, crearon este ritual que luego se extendió a México.
Previo a ello, ya existía en el siglo XIX la costumbre entre los burgueses españoles de comer uvas y brindar con champán para despedir el año.
En otros países también existen alimentos típicos para dar la bienvenida al nuevo año, según lo publica la revista “Muy Interesante”.
En Grecia suelen cocinar un pastel llamado Vassilopitta en cuyo interior se coloca una moneda de oro o de plata. El que encuentre la moneda en su plato será la persona con más buena suerte en el año que se avecina. Y en Italia y algunos países sudamericanos es tradición comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas de media noche para atraer la prosperidad y la fortuna en el año entrante.
Otros rituales consisten en barrer la casa hacia afuera a fin de expulsar las malas vibras, las penas y la negatividad del hogar; así como echar un vaso de agua a la calle, cuyo simbolismo representa expulsar las lágrimas, penas y negatividad: también sirve para prevenir una desgracia.
Si lo que se quiere es viajar, la tradición dicta que el interesado deberá salir de la casa llevando una maleta y dependiendo de las ganas de salir a la aventura, algunos optan por dar una vuelta a la manzana cargando la maleta.