Reforma
2015-08-13
Distrito Federal— En la última reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, la decisión de mantener en 3 por ciento la tasa de interés no fue unánime, según la minuta con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 30 de julio de 2015.
Tres miembros de la Junta votaron a favor de mantener la tasa de referencia sin cambio (Tasa de Interés Interbancaria a un día), mientras que un miembro votó por incrementar la tasa de referencia en 25 puntos base.
Cabe mencionar que en todas las reuniones de la Junta de Gobierno del Banco de México posteriores al 6 de junio de 2014, cuando la tasa de referencia disminuyó 50 puntos base a 3 por ciento, las decisiones por dejar sin cambio la tasa fueron por unanimidad.
La Junta dice en su minuta que se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo, en particular al desempeño del tipo de cambio, a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución del grado de holgura en la economía.
Esto, se explica en la minuta, con el fin de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias con toda flexibilidad y en el momento en que las condiciones lo requieran, para consolidar la convergencia de la inflación al objetivo de 3 por ciento.
Todos los miembros destacaron que ante la mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales, el peso mexicano experimentó recientemente una depreciación significativa frente al dólar estadounidense.
Uno de ellos enfatizó que dicha depreciación ha sido de las mayores entre las economías emergentes en las últimas semanas.
No obstante, otro subrayó que la depreciación frente al dólar ha sido un fenómeno generalizado y que el peso mexicano se ha apreciado respecto a monedas de otras economías emergentes e incluso de algunas avanzadas productoras de materias primas tales como Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
Todos coincidieron en que el ajuste al alza en la cotización de la moneda nacional frente al dólar obedeció, primordialmente, a la incertidumbre sobre el proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
La mayoría añadió que la caída en el precio del petróleo ha sido otro factor que ha contribuido a la depreciación del peso mexicano.
Algunos de ellos agregaron que factores internos, como la disminución en la plataforma de producción petrolera, también han influido en el comportamiento de la cotización de la moneda nacional.
Con relación a la conducción de la política monetaria, la mayoría de los miembros coincidió que esta enfrenta una coyuntura en la que en el ámbito interno las condiciones cíclicas de la economía continúan mostrando debilidad, la inflación general se ha ubicado por debajo de la meta permanente de 3 por ciento y se espera que permanezca en ese nivel durante 2015, además de que las expectativas de inflación están bien ancladas a pesar de la depreciación de la moneda nacional.
En lo que corresponde a la actividad económica en México, todos los miembros destacaron que esta continuó mostrando un crecimiento débil.
Por otro lado, en el ámbito externo, alertaron que las posibles acciones de política monetaria por parte de la Reserva Federal podrían tener repercusiones adicionales sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, en consecuencia, sobre la dinámica de los precios en México.