The Washington Post
2015-07-26
Washington— En el 2012, Hostess, el icónico gigante de la panadería estadounidense detrás de Ding Dongs, Ho Hos y Twinkies, estaba en bancarrota, con planes para recortar más de 18 mil puestos de trabajo y cerrar sus puertas para siempre en medio de una huelga nacional paralizante.
Luego, en el 2013, un salvador para el pastelillo apareció. El fabricante de dulces con base en Missouri fue comprado por 410 millones de dólares a través de una asociación entre el gigante de capital privado Apollo Global Management y C. Dean Metropoulos, un multimillonario y artista conocido como el Sr. Espacio de Estante, para el renacimiento de marcas como Vlasic, Hungry-Man y Chef Boyardee.
Ahora, el titán del emblemático postre está resurgiendo, vendiendo sus Twinkies dorados rellenos de crema en todo el mundo, bajo el nombre de Hostess Brands y puede rechazar ofertas por 2 mil millones de dólares de un grupo de compradores esperanzados.
La mañana del 7 de julio, la empresa llegó a su último pico, cuando Reuters, citando fuentes anónimas, sugirió que Hostess se dirigiría a Wall Street con una oferta pública inicial que podría valorar la compañía en alrededor de 2 mil 500 millones de dólares.
En una entrevista, Metropoulos, de 69 años, rechazó de nuevo los rumores, diciendo que “es demasiado pronto para considerar una venta o una posible salida a Bolsa en este momento”.
La firma original Hostess, que vendió sus primeros Twinkies en 1930, se había desmoronado por debajo de lo que, dijo, eran sus niveles de deuda, décadas de cargas salariales y de pensiones caras.
Alguna vez una de las mayores panaderas y pasteleras de América, la empresa presentó el capítulo 11 de bancarrota en enero del 2012 y fue liquidada.
La marca Hostess de hoy, lanzada en el 2013 bajo la holding de Apollo-Metropoulos, es propietaria de dulces y pasteles bajo las marcas Hostess y Dolly Madison, incluyendo magdalenas, Donettes, Snoballs y Zingers.