Agencia Reforma
2018-12-05
Monterrey, NL— El líder Cruz Azul está en peligro.
La Máquina cayó anoche 1-0 ante Rayados en la ida de semifinales del Apertura 2018, lo que no luce difícil de resolver en la vuelta, de no ser porque en los últimos 10 años, cuando los Celestes perdieron el primero de la serie, no superaron la instancia o terminaron subcampeones.
El gol de Rodolfo Pizarro, apenas al 3’ en el Estadio BBVA Bancomer, pone contra la lona al conjunto cementero, que sumó su cuarta derrota en este semestre por la Liga MX, todas fuera de casa.
La historia pudo ser distinta si al 18’, Elías Hernández hubiera aprovechado que le cayó un centro preciso de Pablo Aguilar, sin tener marca, pero el cabezazo del volante fue al portero Marcelo Barovero, quien la sacó con una mano por encima del arco.
De hecho fue poco lo que hizo el conjunto cementero en el Gigante de Acero porque el Monterrey le presionó en la salida, sin darle tiempo de pensar a los celestes.
Si bien en el complemento La Máquina tuvo más la posesión, fue el local el que se quedó más cerca de ampliar ventaja, con dos remates de Rogelio Funes Mori, siendo su segundo intento, al 82’, que cimbró el poste izquierdo, pese a la estirada de Jesús Corona.
La ventaja de Rayados luce pobre, pero La Máquina deberá ahuyentar el fantasma de ser eliminado tras perder el primero de la serie.
Dos veces se despidió en cuartos de final, en el Apertura 2011 y Apertura 2013, al caer en la ida como visitante, ante Monarcas y Toluca, respectivamente.
Pero esta situación no queda sólo en eliminaciones, pues Cruz Azul incluso perdió finales de esa manera.
En el Apertura 2008 dejó el título con el Toluca, luego de caer en la ida; y un año después, fue precisamente Rayados el verdugo, que le venció 4-3 en el Estadio Tecnológico en el primero de la serie.
Además de que Cruz Azul, tras 5 duelos, sigue sin ganarle a Rayados en Liguilla, equipo al que ahora deberá meterle al menos un tanto el sábado en la vuelta, en el Estadio Azteca, algo que luce complicado porque Monterrey liga 270 minutos sin recibir gol en la Liguilla.
Lo peor es que, si el club regiomontano marca uno, obligará al conjunto cementero a hacer 3 tantos.
Los malos augurios y los fantasmas vuelven a rondar los rumbos de La Noria.