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Maldiciones ¡a volar!

Agencia Reforma

2018-12-04

Ciudad de México— Cruz Azul quiere volver a pegar en Monterrey, donde ganó la Copa MX y dar otro paso sólido para demostrar que no existe la maldición del líder, al visitar a Rayados por la ida de semifinales del Apertura 2018.
El defensa celeste, Pablo Aguilar, aseguró que este equipo no debe conformarse con el gran torneo que firmó y hace caso omiso a los malos augurios por estar en la cima en su ruta al título de Liga.
"No, eso no existe, la verdad eso es, cómo se dice, fuera de nosotros, tal vez la gente lo piense así o no sé, no sé de dónde lo sacan, eso no existe para mí", explicó el central.
"Si uno hace bien las cosas siempre le va a ir bien, así que lo único que no tenemos que hacer es conformarnos y seguir así, humildemente, y trabajando al 100".
El conjunto cementero ya le pegó al club regiomontano al ganarle el campeonato copero de este semestre en el Estadio BBVA Bancomer, pero ahora sueña con el doblete y el zaguero paraguayo no lo esconde.
"Por supuesto que uno sueña, uno tiene objetivos por cumplir, ya tenemos un objetivo cumplido y ahora queremos otro, por supuesto que lo queremos lograr", apuntó.
Para ello, La Máquina tratará de volver a ganar en Monterrey, lo que no logra desde el Clausura 2013, justo el semestre en el que después alcanzaría la final, la que fue su última serie por el título.
Sin embargo, los celestes pueden apelar a que han aprendido a ganar como visitante, lo que les costó en gran parte del torneo.
Aguilar consideró que a este equipo lo hace fuerte la unión de sus integrantes.
"Creo que la humildad y el trabajo en equipo, creo que es un equipo que todo mundo se ayuda, cuando un compañero falla, está el otro para ayudar y eso es muy importante para conseguir cosas importantes", agregó.
"Estamos muy contentos, era lo que queríamos, tenemos confianza para este nuevo torneo, como lo llamo yo".
Sólo que enfrente están unos Rayados que han vuelto a creer en sí mismos, tras dejar en la lona al campeón Santos.
El club regio tomó ventaja en el primero de la serie venciendo 1-0 para luego cerrar la serie en Torreón con un global de 3-0.
Por eso, Cruz Azul no debe confiarse en su visita al Monterrey, el equipo que en el Apertura 2009 les ganó una final, en el que fue su último enfrentamiento en Liguilla.
Además terminó la temporada regular en la cima de la tabla, acumula seis partidos sin perder, y viene de eliminar a Querétaro, que cerró el certamen en el octavo puesto. Los dirigidos por el portugués Pedro Caixinha lucen favoritos en el duelo ante Monterrey, que fue quinto durante la campaña pese a contar con un elenco en el que sobresale su poderoso tridente ofensivo conformado por el argentino Rogelio Funes Mori, el colombiano Avilés Hurtado y el local Rodolfo Pizarro.
La falta de buenos resultados durante la temporada derivó en críticas contra el técnico uruguayo Diego Alonso, quien sustituyó para esta campaña al argentino Antonio Mohamed. Pero el adagio en México reza que la liguilla es un certamen diferente, y Monterrey eliminó en los cuartos de final a Santos, que se ubicó un peldaño por encima durante la temporada regular.
``El mérito es de los jugadores. Hemos pasado muchos momentos difíciles, pero ahora vamos mejorando”, declaró Alonso tras asegurar el boleto a semifinales como visitante en la ciudad norteña de Torreón, el feudo de Santos.
Además, Cruz Azul no puede fiarse ante ningún rival en estas instancias del torneo. Y debe recordar que la principal adversidad está en su propia historia.
El conjunto capitalino se coronó por última vez en el Invierno de 1997. Durante más de dos décadas transcurridas desde entonces, acumula numerosos capítulos en los que ha dejado escapar triunfos de manera inconcebible en la liguilla _el recuerdo más amargo es el de la final del Clausura 2013, cuando desperdició una ventaja de dos goles en los descuentos de la final y terminó cayendo por penales ante el América, su acérrimo rival.
La mala fortuna de La Máquina en los encuentros de vida o muerte ha procreado un verbo que sus seguidores odian y que los rivales les echan en cara a menudo. El verbo ``Cruzazulear” define la indeseable capacidad que ha mostrado este club para permitir que los triunfos se le escurran de las manos en los momentos menos oportunos.

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