Associated Press
2018-11-17
Atlanta.- La defensa de los Halcones de Atlanta tiene un objetivo primario para el partido de hoy contra Dallas: detener a Ezekiel Elliott y evitar que el mariscal de los Vaqueros, Dak Prescott, los derrote con su brazo.
Los Halcones necesitarán de todos sus recursos para acorralar a Elliott, quien lidera la NFL con 93 acarreos de 10 o más yardas en los tres últimos años.
Dan Quinn, el entrenador de Atlanta, comentó que su defensa, que concedió 211 yardas de acarreos en la derrota que tuvieron la semana pasada en Cleveland, debe mantener el control en contra de un paciente y poderoso corredor.
“Él puede esperar para organizar un bloqueo y realizar una jugada explosiva”, dijo Quinn.
“Usualmente, lo hemos visto apoderarse de un lanzamiento, leer la jugada y luego cambiar de dirección y lograrlo. Yo diría que la segunda parte de eso es que es realmente efectivo para atrapar pases”.
La defensa de Atlanta, que ha tenido problemas, esperaba conseguir un impulso con el regreso del apoyador medio Deion Jones, quien no ha jugado desde que se fracturó el pide derecho en el primer partido de la temporada y fue descartado un par de días después de reintegrarse a la alineación activa.
Cuando está bien de salud, Jones es el mejor defensa de los Halcones.
Señala las jugadas, es corpulento para proteger los acarreos y es lo suficientemente rápido para marcar a los corredores de poder y a los receptores.
La lesión de Jones y las cirugías que dieron por terminada su temporada para los profundos titulares Keanu Neal y Ricardo Allen han sido demasiado y los Halcones no lo han logrado superar.
Ocupan el tercer peor lugar en cuanto a promedio de yardas y el cuarto peor lugar en el promedio de anotaciones.
Elliott viene de una deslumbrante actuación –19 acarreos y seis atrapadas para 187 yardas y dos anotaciones– en la victoria que consiguieron en Filadelfia.
Sin embargo, los Vaqueros tuvieron que esforzarse al inicio del partido cuando Elliott sólo consiguió siete yardas en las dos primeras posesiones del equipo.
“Honestamente, al principio fue un poco difícil”, dijo Elliott.