Associated Press
2018-11-12
Kansas City, Missouri.- Los Jefes de Kansas City finalmente recuperaron a Justin Houston el domingo al ir contra Arizona, y el cuatro veces seleccionado apoyador al Pro Bowl hizo una gran jugada en el partido al interceptar un pase pantalla del mariscal de los Cardenales, Josh Rosen, en la segunda mitad.
Los Jefes también recuperaron al corredor Daniel Sorensen, salido de la reserva de los lesionados donde había residido desde que se fracturara una pierna en el campamento de entrenamiento, y consiguió ejecutar hasta cinco tacleos, al mismo tiempo que se impuso con su poderosa presencia.
Quizás no sea sorpresa que la defensa de los Jefes jugara su mejor partido de la temporada.
Con el regreso tan anticipado de dos de sus mejores titulares, los Jefes limitaron a los Cardenales a tan sólo 260 yardas en una victoria de 26-14. Derribaron a Rosen en cinco ocasiones, interceptaron dos de sus pases e incluso se las ingeniaron para mantener a David Johnson por debajo de la marca de las 100 yardas en el acarreo.
“Siento que durante las primeras dos semanas habíamos estado trabajando muy duro en ello”, dijo el apoyador Reggie Ragland. “Ahora sólo nos estamos divirtiendo. Suceda lo que suceda. Esto es el futbol. Hemos estado jugando este deporte por mucho tiempo para que no podamos divertirnos. Esto es juego de niños, y nosotros somos hombres maduros que lo juegan, es por eso que nos resulta divertido. No hay que preocuparse tanto de todas esas otras cosas”.
Los Jefes ciertamente parecían estar divirtiéndose el domingo.
Dee Ford consiguió su noveno derribo de la temporada, sin mencionar sus tres tacleos y cuatro golpes que le propició a Rosen. Allen Bailey obtuvo su quinto derribo, mientras que Chris Jones obtuvo dos más para imponer un récord de carrera de siete derribos en la temporada, incluyendo al menos un derribo en seis partidos consecutivos.
En total, Rosen fue golpeado en 13 ocasiones y perdió el balón una vez para terminar con tan sólo 208 yardas por aire y una anotación.
“Lo que estamos haciendo justo ahora es que estamos minimizando las grandes jugadas”, dijo el tacle defensivo Jarvis Jenkins. “Eso es algo en lo que todos estamos enfocados, en minimizar las grandes jugadas, luego limitarlos a una sola dimensión de juego y así poder imponer presión al mariscal. Creo que eso fue lo que hicimos en este partido”.
El único partido en el que la defensa jugó igual de bien fue en Cincinnati, cuando los Jefes permitieron tan sólo 239 yardas en una arrasada de 45-10.