Associated Press
2018-10-05
Las Vegas.- La última vez que Conor McGregor estuvo en la jaula de la UFC, apenas era la más grande estrella en la historia de las artes marciales mixtas.
En los 23 meses desde entonces, el locuaz irlandés se ha hecho exponencialmente más famoso y ha amasado una gran riqueza. Con su famosa derrota en el boxeo ante Floyd Mayweather Jr. como el catalizador de semejante notoriedad, McGregor ascendió a un nuevo nivel de estrellato y éxito fuera del mundo de las artes marciales mixtas y del deporte en general.
Incluso el presidente de la UFC, Dana White, se preguntaba si McGregor decidiría volver a pelear, y así lo hizo.
McGregor regresa al octágono en la UFC 229 hoy por la noche para pelear contra el campeón de peso ligero Khabib Nurmagomedov en una arena en Las Vegas que estará llena de bulliciosos fans. El espectáculo de Paga-Por-Evento podría llegar a ser el más visto y el más lucrativo en la historia de la UFC, de acuerdo con White y el excampeón de dos cinturones que estará en el centro de todo.
“Regreso por el amor que tengo a este deporte”, dijo McGregor. “He regresado para callarle la boca a este tipo”.
La mera presencia de McGregor es suficiente para que una pelea sea atractiva en estos días, incluso cuando dicha presencia ha sido limitada. La UFC hizo un pequeño evento promocional de esta pelea, limitando las apariciones en público de McGregor a combativas conferencias de prensa en Nueva York y a un puñado de presentaciones en Las Vegas –todas de las cuales McGregor utilizó para promocionar su nuevo whisky.
“Él puede decir lo que quiera”, dijo Nurmagomedov. “Cuando un tipo borracho habla, nadie lo escucha”.