Associated Press
2018-09-12
Filadelfia— Nick Foles tomó la decisión correcta cuando eligió a los Eagles sobre los Buccaneers la temporada pasada.
El Jugador Más Valioso del Super Bowl tomó la difícil decisión con base en la familiaridad que tiene él y su familia con el equipo y la ciudad. El domingo, contará con la oportunidad de jugar contra Tampa Bay debido a que Carson Wentz todavía no está listo para regresar después de someterse a una cirugía de rodilla.
“Fue algo muy reñido”, dijo Foles, sobre su decisión de regresar a Filadelfia para ser el suplente de Wentz en lugar de irse a los Buccaneers para ser el reemplazo de Jameis Winston. “Mi esposa y yo sopesamos todas las opciones. Ella estaba embarazada. Decidimos que Filadelfia era nuestro hogar y lo amamos, amamos a la gente, a la ciudad y qué mejor lugar para traer a nuestra hija al mundo”.
Foles se había comprometido con Arizona State durante la preparatoria cuando el entrenador de los Buccaneers, Dirk Koetter, estaba al mando de los Sun Devils. Pero la conexión con Filadelfia se impuso.
Tiene marca de 6-1 desde que asumió la posición tras la baja de Carson Wentz por dos rupturas de ligamentos en la rodilla en la decimocuarta semana de la temporada pasada. Esa foja incluye partidos de playoffs y el último duelo de la temporada regular, en el que Foles solo jugó un cuarto.
Foles completó 19 de 34 pases para 117 yardas, sin touchdowns y una intercepción en la victoria de Filadelfia por 18-12 ante Atlanta en el partido inaugural de la temporada el pasado jueves.
Wentz se sometió a una cirugía para reparar los ligamentos anterior y lateral el 13 de diciembre del año pasado y aún no recibe el alta médica para jugar.
“A medida que avanzaba el campamento de entrenamiento, su fuerza, la fuerza de la parte inferior de su cuerpo, de la superior, todo iba en la dirección correcta”, indicó el entrenador Doug Pederson.