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Un hombre libre

Associated Press

2018-09-05

Frisco, Texas— Ezekiel Elliott no tendrá que acudir a la corte en la semana de apertura de la temporada tal como lo hizo el año pasado, cuando el corredor estrella de los Vaqueros de Dallas luchaba contra una suspensión por seis partidos de la NFL debido a las acusaciones de violencia doméstica.
Cuando el líder en acarreos de la NFL del 2016 supo que debía prepararse para el primer partido el año pasado mientras que el caso tomaba su curso en la corte, no tenía ni idea qué sucedería después. Esta vez, no hay dudas sobre la disponibilidad de Elliott tras el viaje del domingo rumbo a Carolina.
“Yo no diría que no estaba del todo enfocado en el deporte el año pasado”, dijo el miércoles. “Pero ahora estoy libre de mucho más estrés, eso es lo que les puedo decir”.
Elliott desencadenó un puñado de preguntas sobre su motivación después recurrir al cliché de la “mala actitud”. Una de estas preguntas podría resumirse a lo siguiente: ¿Acaso intentaba demostrar que él es el mejor corredor de la NFL?
“Eso es exactamente de lo que se trata”, dijo Elliott, quien encabezó a la liga en yardas por partido en acarreos la temporada pasada hasta que finalmente cumplió con la suspensión que entró en vigor a mediados del año. “Quiero demostrar que soy el mejor corredor de este deporte. En eso me enfoqué durante el transcurso de este periodo de temporada baja”.
Elliott no jugó en la pretemporada por primera vez en tres años como jugador profesional. Pero dijo estar listo de todas maneras. El guardia derecho, Zack Martin, dice que todo lo que necesitaba hacer fue ver a Elliott en el campamento de entrenamiento en California.
“Algo se siente diferente”, dijo Martin. “Creo que está listo para tener un gran año”.
Los Vaqueros están contando con él. El mariscal Dak Prescott, quien también destacó junto con Elliott cuando ambos eran novatos hace dos años, tiene un reestructurado grupo de receptores después de que el ala cerrada con 15 años de carrera, Jason Witten, y el líder en recepciones de anotación de la franquicia, Dez Bryant, abandonaran al equipo.
Dallas no guarda ningún secreto sobre su dependencia del jugador a quien se le conoce por hacer señas de que quiere ser “alimentado” cada vez que consigue una primera oportunidad. Y no parece importarles a los Vaqueros —ni mucho menos a Elliott— cuántos defensores se encuentren cerca de la línea de golpeo cuando ese balón sea puesto en movimiento.
“Nos hemos enfrentado a ocho, nueve, o hasta 10 jugadores cada semana desde que me uní al equipo”, dijo Elliott. “No sé cuántos más jugadores puedan colocar en el campo. Sí, creo que habrá un mayor enfoque sobre mí. Simplemente no entiendo cómo es que vayan a colocar a más jugadores, cuando sólo puede haber 11 jugadores en el campo.
El drama legal de Elliott se desarrollaba a la par cada semana la temporada pasada. Durante la semana antes de su último partido, antes de la suspensión, se vio obligado a permanecer alejado del equipo por varios días hasta conseguir una prórroga legal dos días antes de que los Vaqueros vencieran a Kansas City.

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