Deportes

Pequeña gran guerrera

Sergio Arturo Duarte / El Diario

2018-08-09

Pese a la oposición de su padre, Aneth Camila García eligió el intercambio de golpes y la adrenalina que se vive dentro del área de combate por encima de la plasticidad y sutileza del ballet clásico.
Hoy por hoy, con cuatro medallas en eventos nacionales en los dos últimos años –dos oros, una plata y un bronce–, la artemarcialista de 11 años y 1.48 metros, es una seria promesa en el taekwondo local.
Admiradora de la sinaloense María del Rosario Espinoza y de la inglesa Jade Jones, ambas monarcas olímpicas, Camila sueña con representar a México en una justa de este nivel y, para lograrlo está decidida a recorrer un largo camino lleno de obstáculos y adversidades.
“Así quiero también yo llegar a los Juegos Olímpicos y Mundiales”, expuso.  
La pequeña gran guerrera, quien entrena con niños en Castillo’s Team, está próxima a iniciar su etapa en la Olimpiada Nacional Infantil y también gusta del modelaje y la actuación, narró cómo dejó el leotardo y las zapatillas de punta y optó por el dobok, el peto y la careta.
“Estaba en ballet y un día que iba a clases, vi el taekwondo y les dije a mis papás que quería eso. Mi papá no quería, pero me puse a negociar con él y dijo que me podía meter a taekwondo, pero tenía que seguir en ballet. Me compraron todas mis cosas de ballet, pero al final no quise ballet, elegí el taekwondo”, apuntó.
El 25 de julio anterior, en su más reciente participación, Aneth venció en la final a la seleccionada nacional originaria de Coahuila, quien la esperaba en altura, pero le ‘echó cabeza’, resolvió la contienda y se alzó con el cetro en Menos de 30 kilogramos, en el Grand Slam, en Acapulco, Guerrero.
A la justa asistieron sólo los ocho mejores exponentes del país en cada división y rama.
“Ya tantos años –seis– en el taekwondo, han dado resultados todos los entrenamientos que he tenido, dando todo al cien”, expresó.
Gracias a este triunfo, Camila espera un llamado para cumplir con una concentración en la Ciudad de México con la selección nacional y realizar una gira por Curazao.
Aunado a su éxito, aportó una segunda medalla de oro en el Team 5 ­–cinco contra cinco–.
José Carlos Castillo, quien junto a Patricia Reyes entrena a la monarca, destacó que su alumna maduró muy rápido y eso le ayudó a superar las derrotas y malos momentos.
“Cuando empezó a entrenar con nosotros, fue un camino muy difícil porque era una niña muy sufrida. En los entrenamientos siempre le iba mal, era de las niñas que salía de los entrenamientos con la nariz morada”, recordó.
Gracias a su madurez y a que se propuso una meta, en combinación con el apoyo de sus padres, entrenadores y psicólogo, Camila salió avante.
Castillo resaltó la templanza y el autocontrol que su pupila muestra a la hora de los combates, en los cuales, sobrelleva las situaciones de manera muy tranquila y serena.
Además, comentó que trabaja muy duro en los entrenamientos semanales y extras, así como en su alimentación, lo cual le ayuda a estar fuerte y sana, al cien por ciento de su potencial antes de cada competencia.

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