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Defienden el legado

Associated Press

2016-07-28

Chicago— Casi siempre que el entrenador Mike Krzyzewski y Jerry Colangelo, jefe del Equipo de Basquetbol de la NBA, llevan a cabo una reunión en su ciudad natal, se dan muchas palmadas en la espalda, hay un trofeo que brilla al fondo y lo único que tienen que proteger son sus cocteles.
En esta ocasión, se trata de salvaguardar el legado olímpico que los dos han construido durante más de una década.
Su sociedad se arraigó después de la “Abominación de Atenas”, cuando el equipo de Estados Unidos fue entrenado por Larry Brown y estuvo lleno de jugadores destacados que se dormían y no podían despertar para la ronda de las medallas.
Concluyeron los Juegos de Verano del 2004 con un premio de consolación de bronce y la reputación del equipo muy deteriorada.
Colangelo, ex ejecutivo de la NBA y MLB y en algún tiempo un buen atleta, estuvo de acuerdo en escoger a los jugadores con una condición: “Yo pongo las reglas”.
En lugar de entregar a un comité de selección los nombres de los jugadores que deseaba, Colangelo los escogió él mismo.
En lugar de contactar a sus agentes para organizar una junta, llamó a algunos directamente y pescó a otros del cuello cuando se estaban bajando del autobús de su equipo en las arenas de la NBA de todo el país.
Nadie le dijo que no.
Una vez que formó la alineación que refleja su filosofía –que los mejores equipos están integrados de partes complementarias en lugar de los mejores jugadores que están disponibles– sólo hay una persona que Colangelo deseaba que los entrenara.
“Los dos somos de Chicago”, dijo Colangelo este jueves, mientras el Equipo de Estados Unidos practicaba para la exhibición que dio este viernes en esta ciudad, en contra de Venezuela.
“Mayormente, el vínculo que nos une tuvo que ver mucho con los inicios de los dos”.
Las medallas de oro que obtuvieron en Beijing y Londres y la mezcla de jugadores que estuvieron alrededor de Krzyzewski durante la práctica –y los confiables astros de la NBA como Kevin Durant y otros como Kyle Lowry y DeAndre Jordan, quienes aportaron destrezas específicas a la cancha– sugieren que el enfoque no ha cambiado.
La única sorpresa acerca de esta edición es que Colangelo encontró otra manera de que el entrenador Krzyzewski firmara para llevar a cabo otro tour del deber.
“Usualmente se necesita mucho vino, pero eso no ha sido realmente difícil”, comentó Colangelo riéndose.
En el 2009, fueron parte de la “Corte de Honor” en el baile de gala de la Asociación Nacional de Entrenadores de Basquetbol, para festejar el éxito que tuvieron Colangelo y el Equipo de Estados Unidos en las Olimpíadas del año anterior. Colangelo se comportó con su estilo familiar, cambiando su bebida frecuentemente para evitar derramarla mientras aceptaba los saludos de mano, abrazos y al posar para las fotografías con sus antiguos amigos.
Krzyzewski, quien fue el maestro de ceremonias, aún no había tomado la decisión de ir a Londres.
“Nos encargamos de eso a las 3 a.m. en el lobby, con una pizza y vino”, dijo Colangelo.
“Recuerdo que después de Londres, Mike estaba realmente exhausto. Pensé en que no lo molestaría durante dos semanas, luego me llamó. “Jerry”, me dijo, “Estoy preparado para el retiro”.
Krzyzewski, quien se desempeña como entrenador de Duke, sonríe al recordar ese detalle.
Hay tan pocos desacuerdos entre los dos hombres acerca del basquetbol y cómo se juega que las pocas cosas en las que no coinciden usualmente surgen únicamente a la hora de la comida.
“Sí, los dos somos de Chicago, yo soy polaco y él es italiano”, dijo Krzyzewski.
“Él siempre me recuerda que ellos tienen muchos y mejores restaurantes”.

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