Agencia Reforma
2016-05-04
Madrid, España— Madrid tendrá el corazón dividido en San Siro.
La final de la Champions apunta a ser doblemente emotiva porque, además, será otra edición del Derbi madrileño, del sueño del Real Madrid por conquistar la undécima y de la revancha que el Atlético tiene al alcance dos años después de su trágica derrota.
Y todo gracias a la victoria de los blancos 1-0 sobre el Manchester City, mismo resultado global, en el Santiago Bernabéu.
El Derbi en la final, que exhibe el poderío de la Liga de España, es posible también por la gallardía de Cristiano Ronaldo pese a no estar en óptimas condiciones físicas, al liderazgo de Sergio Ramos, a la eficacia de Gareth Bale, al espíritu que Zinedine Zidane les ha impregnado luego del mal inicio de temporada.
“Está claro que el futbol tiene la cara buena y la mala. Supimos unirnos, ser un equipo, sufrir, y esa es la única forma de encontrar el éxito. Si lo preguntas a principio de temporada, está claro que firmamos esto”, dijo el capitán Ramos, aquel que en 2014 victimó de último minuto a los Colchoneros.
La vía para abrir al City se originó por la derecha, con el pase filtrado de Dani Carvajal a Bale, cuyo riflazo fue desviado por el mediocampista Fernando, quien puso el balón en el ángulo superior derecho al 20’ y al cuadro local en la Final de la Champions.
Manuel Pellegrini dirigió a los Citizens por última vez en esta competencia, y planteó un partido conservador, un duelo de estrategia, a la espera de una genialidad que bien pudo tener éxito con escasos tiros de media distancia de Fernandinho o de Sergio Agüero, éste hasta el 89’.
El Real Madrid celebró el pase a la Final con dos invitados de lujo en el vestidor: el Rey Felipe y su hija la Infanta Sofía.
“El Rey nos ha felicitado, aunque es del Atlético. La niña yo creo que es del Madrid”, dijo Sergio Ramos, en un anticipo de lo que será Madrid hasta el 28 de mayo, 734 días después del episodio en que los blancos conquistaron la undécima a costa de los “soldados” de Diego Simeone.