Deportes

Va en contra de su mayor obstáculo

Sergio Arturo Duarte

2016-02-09

Con la mente clara y el enfoque preciso en sus objetivos propuestos, la deportista juarense Elizabeth López entrena como nunca y libra una feroz batalla para vencerse a sí misma antes que a las demás.
El propósito: regresar a los primeros planos del atletismo nacional.
“Lo primero que quiero es vencerme a mí, en cada una de las pruebas. Me gustaría, más que nada, quitarme todos los miedos que traía, que siento que ya no los traigo y, mejorar todas las marcas que he hecho en toda mi vida”, aseveró.
De lograrlo, podría ganar los metales dorados en la próxima Universiada Nacional ‘U de G 2016’.
“Si llego a mejorar, espero que sea suficiente para ganar las medallas y si no, tengo que darle un extra para lograrlo, pero voy con todo”, afirmó.
A raíz que en el 2012 los médicos le diagnosticaron una enfermedad genética degenerativa llamada espondilolistesis -deslizamiento de una vértebra sobre la que le sigue–, López Ramírez vivió un 2014 y 2015 difíciles dentro y fuera de las pistas.
Falta de sincronía, con su cuerpo por un lado y una mentalidad dispersa y difusa, por el otro, Elizabeth logró resultados que estuvieron lejos de ser los óptimos.
Hoy, en el arranque de una nueva temporada ‘Ely’ vive y siente de una manera distinta el atletismo y viene por la revancha.
“Lo considero –el 2016– una oportunidad para regresar a ser como era o a mejorar todo lo que tenía. Este año vengo enojada de los años pasados y el ‘profe’ Cosme –Rodríguez– también”, externó la atleta de 24 años y 1.69 metros.
Para conseguir sus metas, la vallista y saltadora de altura de los Indios de la UACJ entrena a doble sesión, mañana y tarde, en el Estadio Olímpico Benito Juárez.
“He estado entrenando más duro que cualquier año de mi vida, estoy viniendo doble sesión. Para mí siempre había sido perfección en la escuela y perfección en el entrenamiento”, expuso.
Hoy por hoy y sin descuidar sus estudios, para la alumna de la Licenciatura en Química, la prioridad es el atletismo.
“Entreno alrededor de siete, ocho horas, al día y, ahora estoy comiendo mu bien –carcajadas– para recuperarme de todas las cargas y ha habido muchos cambios este año para mí”, manifestó.
El fin de semana anterior, en Albuquerque, Nuevo México, López dejó ver un asomo de lo que puede lograr en esta campaña, a pesar que aún no está al cien por ciento físicamente.
Saltó 5.94 metros –su mejor marca de inicio de temporada– en el New Mexico Classic, distancia que pudo ser récord mexicano bajo techo en salto de altura.
Hizo un foul en una ejecución de 6.15 metros y llegó a la final donde enfrentó a Brittney Reese, medallista de oro en los Juegos Olímpicos ‘Londres 2012’.
El mismo fin de semana anterior, la regiomontana Yvonne Treviño marcó 6.37 metros en Houston, Texas, en el Leonald Hilton Memorial Invitational y superó los 5.92 metros, récord que pertenecía a Claudette Martínez quien lo estableció el 25 de enero del 2008.
Elizabeth hizo un recuento de lo que ocurrió en su carrera luego que a fines del 2012 le fue detectada la citada enfermedad.
“El 2013 me fue bien, pero mi cabeza se empezó a ir para abajo”, recordó.
Llegó el 2014, el año de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, el cual, lo perdió todo.
“Seguía como con errores psicológicos por causa de la enfermedad y se me juntó aparte un desgarre que se ocasionó porque corría diferente por el dolor que tenía en la espalda. Perdí todo el año como quien dice y pasé a los Juegos Centroamericanos porque Dios me ayudó, de verás así”, apuntó.
Después de un año que consideró ‘extraño’ y muy malo en lo psicológico, vino el 2015 que tampoco le pintó bien, con un par de incidentes fuera de competencia.
“Sentí que ya había dejado pasar eso, pero tuve accidentes fuera del atletismo. Me enterré una varilla en una caída cuando trabajaba y cuando ya me habían dado de alta y que estaba corriendo muy bien otra vez, como a la semana me chocaron”, señaló.
A raíz del accidente sufrió un nuevo desgarre muscular en la misma pierna que se había desgarrado.
“Ese año lo perdí completamente también y asistí al –Nacional- de Primera Fuerza para ver si podía aunque sea entrenar otras tres semanas, pero realmente no íbamos con la cabeza para ganar”, apuntó.
Por ello, espera desahogar su furia en las pistas en este naciente año atlético.
“Este año vengo muy enojada por lo que me pasó –carcajadas- y estoy esperando que con el favor de Dios este año pueda volver a salir bien”, recalcó.    

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