Agencia Reforma
2015-11-24
Barcelona, España.- El Barcelona siguió jugando ayer como si fuera una prolongación del Clásico ante el Real Madrid. A lo mejor, la indumentaria blanca de la Roma inspiró aún más a los culés.
Luis Enrique había presagiado un partido de ida y vuelta porque la Roma necesitaba un buen resultado para alentar las esperanzas de seguir, pero se dio solamente un partido de ida.
Regresaba Messi al once titular y la tribuna lo alentaba en cada jugada. Dibujó caños, se ató la pelota en los pies, pisó el balón con maestría para quitarse rivales. Avisó en los primeros minutos, pero apenas le salió el tiro junto al palo izquierdo de Szczesny.
El primer gol fue una gran jugada colectiva de muchos pases que culminó con uno de Alves a Suárez, quien controló y casi entró con pelota al arco rival. Parecía un entrenamiento.
El segundo clavo en el ataúd lo puso Messi.
La Roma buscaba y no encontraba. Al final del primer tiempo, en un rebote de un tiro de esquina culé, Suárez la tomó de aire e hizo uno de ese tipo de goles que lo han hecho famoso. Fue su tercer gol en cuatro partidos en esta Champions.
En el segundo tiempo siguió el concierto. Piqué se sacó la espina del Clásico y convirtió el cuarto. Luego Messi, tras pase de Suárez, metió el quinto al recoger el rebote del portero. Sacrificó su “hat trick” para darle un penal a Neymar que no pudo con Szczesny, pero en el rebote Adriano cerró la media docena.
El bosnio Dzeko erró un penal ante Ter Stegen, pero se desquitó de cabeza cuando el partido ya moría.
El Barcelona aseguró el liderato del grupo y jugando así, aunque falta mucho, ya hace soñar a los fanáticos con una hazaña.
Tendrá Leverkusen tarea casi imposible
Borisov, Bielorrusia.- El Bayer Leverkusen falló en una prueba sencilla y ahora tiene una misión casi imposible para clasificar a los octavos de la Champions.
El 1-1 en su visita contra el Bate Borisov obliga al cuadro alemán a vencer al Barcelona en el Camp Nou y a rezar porque la Roma (despedazada 6-1 por los blaugranas) no gane al recibir a los bielorrusos, el 9 de diciembre.
El Leverkusen y La Loba tienen cinco puntos en el Grupo E, pero el primer criterio de desempate son los enfrentamientos directos y los italianos llevan mano.
Javier Hernández rompió su racha luego de siete partidos consecutivos con gol; en el primer tiempo falló en el área chica, al estrellar el esférico en el portero Sergei Chemik.
El portero del Leverkusen, Bernd Leno, tuvo una pifia al 2’ cuando se le escurrió entre las piernas un débil disparo de Mikhail Gordeychuk; Admir Mehmedi empató al 68’. Los alemanes dominaron, pero carecieron de contundencia.